BILBAO - Golpe inesperado que añade tensión en el enfrentamiento que mantienen los trabajadores de Edesa Industrial y Geyser con el grupo catalán dueño de la compañía. CNA anunció el jueves a la plantilla que no va a pagar de momento la nómina de julio por los “problemas acuciantes de tesorería” que atraviesa. La noticia cayó como una auténtica bomba entre los trabajadores, la mayoría de ellos pendientes del anunciado cierre de las dos plantas guipuzcoanas. En principio, solo se mantendrá en pie la fábrica de termos de Basauri, la única que ha cumplido con los objetivos marcados.
El comité de empresa no quiere dar por perdida la guerra y ha solicitado a los propietarios que busquen una solución para reflotar el grupo. Sin embargo, CNA no se está moviendo en esa dirección y el anuncio de que no cobrarán el sueldo ha sido un jarro de agua fría sobre las escasas esperanzas que albergan aún los trabajadores. Sobre todo porque se produce en la misma semana en que la dirección ha alcanzado un acuerdo para refinanciar y asumir la deuda que arrastra Edesa Industrial. La representación sindical criticó tanto el fondo como las formas del anuncio ya que han recibido una “escueta” nota de Recursos Humanos, en la que sus responsables aseguran que se ven “obligados” a no hacer efectivo el ingreso de la nómina de julio.
“Los motivos, como bien sabéis ya, son los problemas acuciantes de tesorería. Estamos poniendo todo el esfuerzo para enderezar la situación y de esta forma intentar realizar el pago de la nómina la próxima semana o en parte”, trasladó la dirección. Tras digerir la misiva, los comités de empresa de Edesa Industrial y Geyser Gastech la enviaron ayer a la prensa, valorando de forma muy crítica su contenido. A los representantes de los trabajadores no les parece “de recibo que se dediquen a lanzar noticias positivas” -en referencia al acuerdo con la banca para refinanciar la deuda- para que, dos días después, “se comunique la imposibilidad del pago de la nómina”.
En ese sentido, subrayaron que el no pagar los sueldos de julio “es un claro síntoma de la gravedad de la situación de la empresa”, como ya vienen “advirtiendo desde hace ya bastante tiempo”. No obstante señalaron a los gestores como culpables del problema.
“La solución pasa por medidas viables y realistas, sí, pero dentro de un plan industrial riguroso y serio a largo plazo, no con decisiones cortoplacistas como el despido masivo de personal que se nos ha anunciado, y que por sí solo no soluciona absolutamente nada”, recalcan. Por ello, reiteraron su “total rechazo” a las medidas propuestas, además de su “compromiso con la plantilla y la industria en Euskal Herria”.
los planes de la empresa Lo cierto es que el plan de refinanciación no deja de ser un paso más en el camino que pretende recorrer la compañía catalana, que es muy tortuoso para gran parte de la plantilla. CNA informó el pasado martes de que ya ha logrado un contrato con las entidades financieras que ya trabajaban con el grupo para “desarrollar y avanzar” en la “reestructuración” de Edesa Industrial.
El nuevo proyecto pasa por el cierre de las plantas de Arrasate y Eskoriatza y la pérdida de más de la mitad de los 350 empleos actuales. La actividad se concentraría en Basauri, que es a juicio de los responsables de CNA la única fábrica viable y la que debe ser el motor del nuevo esquema de la compañía vasca dentro del grupo catalán.
Las posibilidades de darle la vuelta a la situación son escasas y, pese a que los sindicatos han puesto su mirada en el Gobierno vasco, el margen de actuación es mínimo. En una entrevista en Radio Euskadi y antes de que se conociera que los trabajadores de Edesa Industrial no han cobrado este mes, la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, admitió que el “único plan que tenemos encima de la mesa” es el de los dueños.
“Estamos en un procedimiento preconcursal donde la propiedad tiene que hacer diferentes actuaciones. Una de ellas es la de la refinanciación que parece que se ha materializado, en parte al menos. Ese plan que existe recoge una serie de actuaciones importantes que no son las que nos gustarían ya que nos gustaría mantener toda la actividad e incluso incrementarla, pero el único plan que existe es el presentado por CAN, que pasa por el cierre de Garagartza”, advirtió.
En esta línea, incidió en que cuando CNA fue adjudicataria de Fagor Electrodomésticos planteó una forma de actuación y una serie de empleos a salvar. Sin embargo, a juicio de la consejera, la gestión “no ha estado a la altura ya que o estuvo mal hecha la planificación o no se ha ejecutado correctamente”. Con esas dudas sobre las decisiones tomadas por la dirección sobrevolando el problema se antoja muy complicado recomponer las relaciones y buscar soluciones menos traumáticas que el cierre.