vitoria - En la mente de los consumidores la crisis sigue estando presente y, a pesar de la mejora de la situación económica, no muestran un estado de ánimo muy elevado. Sin embargo, cada vez más ciudadanos muestran su deseo de consumir más. Al mismo tiempo, la tendencia al ahorro también tiene una evolución ascendente, como si aún la población necesitara protegerse de un futuro incierto.
Concretamente, el 46% de los consumidores declara su intención de incrementar el gasto durante este año (supone un aumento de seis puntos con respecto a 2016), y el 41% desea ahorrar más (baja un punto en comparación con el año pasado). Así lo refleja el informe Consumo Europa 2017 elaborado por el Observatorio Cetelem, que ha sido realizado a partir de encuestas a ciudadanos de 15 países europeos, y donde destaca que las intenciones de consumir han recuperado el nivel de antes de 2008.
Por países, Eslovaquia, Bulgaria, Polonia y Rumanía son los que tienen una intención mayor de gasto. Pero si se compara con los datos del año anterior, los mejores resultados los obtienen Dinamarca, Francia, España y Bélgica. Según economistas consultados, hay que tener en cuenta que el incremento de gasto en los hogares depende de diversos factores, como la renta por habitante o lo caro o barato que sea comprar en una ciudad.
Lo que está claro es que como consecuencia de la crisis los hábitos de consumo han cambiado. Según un estudio realizado por la consultora Nielsen, en el actual contexto económico hay varios tipos de consumidores: el que sigue fiel a las marcas de siempre aunque opta por reducir el número de artículos y los que, por el contrario, mantienen su volumen de compra gracias a marcas más económicas. Y en medio de ambos grupos de consumidores se encuentran los hogares integrados por personas adultas, con hijos independizados y que se encuentran con el piso ya pagado. Estos han optado por una fórmula intermedia: en su carro de la compra se pueden ver productos de marca alternados con otros más baratos. Son conscientes de los problemas económicos que aún existen y reducen sus gastos sin renunciar a cierta calidad.
De hecho, los últimos estudios de mercado publicados determinan que siete de cada 10 encuestados aseguran haber tenido que modificar sus hábitos de consumo debido a la crisis. Por ejemplo, se visita mucho más el punto de venta pero se gasta menos. Y de cada diez cestas de la compra que se consumen, siete son de productos de primera necesidad. Los clientes siguen dejando de lado lo superfluo y consumen aquellos artículos de necesidad inmediata.
control sobre los gastos Desde que comenzó la crisis, el ahorro se ha convertido en una máxima para las economías domésticas. El 47% de los consumidores asegura controlar sus gastos fijos mensuales (teléfono, comida, luz, gas o agua). El 54% afirma mantener a raya las compras puntuales (regalos o caprichos). Un 10% dice contener la frecuencia de compra de ropa y calzado. Además, el 15% de los ciudadanos selecciona establecimientos con precios más asequibles. Y un 24% recurre en mayor medida a las marcas del distribuidor.
Por otro lado, el 26% reconoce que suprime, o al menos reduce, sus hobbies y otras actividades de ocio (cine, teatro, restaurantes, fines de semana fuera de casa, música o actividades deportivas, entre otras). Sin embargo, con respecto a los viajes, el turismo se mantiene pese a los malos tiempos y a la pérdida de confianza en el futuro. Según economistas consultados, esto se debe, en gran medida, a que las vacaciones son un elemento que no se decide de la noche a la mañana y que tampoco se elimina repentinamente. Eso sí: aumenta el turismo local y rural y disminuye el de gran distancia.
Dudan. El 79% de los consumidores europeos duda antes de comprar. Los que más se lo piensan son los portugueses (89%), y por detrás están los checos y españoles, con el 88%.
menos hobbies. El 26% de los consumidores asegura que suprime, o al menos reduce, sus hobbies y otras actividades de ocio realizadas en su tiempo libre.
comparar precios. El 90% de los ciudadanos europeos compara cada vez más los precios, el mismo porcentaje que en España. Los portugueses son los más “comparadores” (97%). Alemanes, checos, eslovacos y austriacos (93%) se sitúan en el segundo puesto.
presupuesto. El 79% de los encuestados reconoce que se impone un presupuesto inicial antes de realizar alguna compra importante.