BILBAO. Las actividades de cocción, calentadores y lavadoras se llevan a cabo en la planta guipuzcoana de Garagarza, mientras que la de termos se desarrolla en Basauri (Edesa).
Fuentes del comité de empresa han señalado a Efe que CNA ya ha informado a los operarios de que hoy no deben acudir a sus puestos de trabajo y que reactiva el ERE temporal que estaba abierto desde octubre de 2016, sin que exista una fecha para la vuelta a la actividad.
El cese de los trabajos es casi absoluto y tan sólo continúa en marcha una parte de la actividad de Geyser, así como la totalidad de la planta de ollas a presión en Eskoriatza (Gipuzkoa) que, al parecer, seguirá trabajando por el momento hasta las vacaciones estivales.
"Es lo que nos ha dicho la dirección. No se atreven a decir nada más allá de las vacaciones. De hecho, no nos han dado una fecha de vuelta al trabajo", han explicado las fuentes del comité de empresa, ante el que la compañía ha alegado la "falta de dinero para comprar componentes" como razón principal del cese de la actividad.
Estas fuentes han explicado que la nueva situación afectará a unos dos centenares de trabajadores, porque en esta ocasión también ha entrado en el ERE la sección de Investigación y Desarrollo (I+D).
De esa manera, de una plantilla total de 350 personas por el momento sólo continuarán trabajando las del área de ollas, las de la red comercial y los trabajadores de administración.
Está previsto que el comité de empresa se reúna esta misma mañana con la plantilla con el fin de analizar las últimas decisiones de la empresa y la posibilidad de iniciar movilizaciones de protesta.
El comité de empresa ya abandonó ayer la primera reunión sobre el ERE de extinción que la compañía había planteado para el área de lavado, que afectaría a 30 personas, y declaró una "confrontación absoluta" contra CNA hasta que no ponga fin a su "métodos oscuros y confusos" que considera "inaceptables".
Fagor-CNA presentó el pasado 30 de junio un preconcurso de acreedores en los juzgados de San Sebastián con una deuda de casi cien millones de euros. Días más tarde, el pasado 5 de julio, la consejera vasca de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantxa Tapia, dijo que esperaba que el grupo catalán CNA contase con un plan que fuera "creíble" para estas plantas y que garantizase "una actividad que sea sostenible a largo plazo".
Un día después, el 6 de julio, Fagor-CNA comunicó al comité de empresa que no tenía intención de presentar concurso de acreedores, pese a haber instado el preconcurso, ya que su pretensión era continuar con la actividad.