BILBAO - Queda todavía por soltar el pesado lastre de la calidad del empleo, pero la contratación ya coge vuelo en Euskadi. Eustat confirmó ayer que la economía vasca repuntó un 2,8% en el primer trimestre del año y detalló el comportamiento del PIB adelantado en líneas generales hace unas semanas. Se trata de un crecimiento “equilibrado”, porque avanzan todos los sectores y se confirma la recuperación de la construcción. Como resultado, el empleo ha aumentado en un 2% en los últimos doce meses. Es el porcentaje más elevado desde el último trimestre de 2007, justo antes de que la recesión asomara por Euskadi.

La historia posterior es de sobra conocida: casi siete años de destrucción de empleo que han dejado una huella profunda. En el segundo trimestre de 2014 se frenó la caída y desde entonces poco a poco se ha recuperado terreno perdido. Con el dato del primer trimestre de este año se consolida la tendencia y se encadenan once trimestres consecutivos de incremento del empleo. Los seis últimos a un ritmo cercano al 2%, la barrera que precisamente se acaba de alcanzar.

El porcentaje que se registraba justo antes del estallido de la recesión rondaba el 2,8%, aunque ha sido más habitual moverse entre el 2% y el 2,5%, la franja a la que se adentra ahora Euskadi. Gracias a esa tendencia se han recuperado en un año 17.821 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, el método de medición que se aplica en las estadísticas de contabilidad nacional. Son casi 1.100 empleos interanuales más que los 16.763 que se contabilizaron en 2016 y hay una brecha con los cerca de 11.000 de 2015 y, sobre todo, con los 5.369 puestos de trabajo de 2014.

La recuperación del mercado laboral confirma el cambio de ciclo, al tiempo que mejora las expectativas de la economía por su impacto en el consumo.

fortaleza del consumo interno Es una energía que ya está contribuyendo con fuerza al movimiento de la economía. El gasto de los hogares sigue creciendo en torno a un 3%, el nivel que ya alcanzó en el cierre de 2015 y 2016. La demanda interna en general es la que está pilotando en estos momentos el PIB sustituyendo al comercio exterior, preso de las incertidumbres políticas internacionales.

Por ello, es servicios, y en concreto el comercio, la hostelería y el transporte, la actividad que más riqueza genera. El sector terciario creció un 3,1% en el primer trimestre de este año. Un punto más que la construcción, que da un salto y consolida su particular salida de la crisis. En cambio, la industria, con un 2% de impulso, no arranca bien el año tras crecer un 3,9% y un 3,3% los últimos 2 ejercicios.