GAsteiz - La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha declarado nulo y no ajustado a derecho el despido colectivo de los 18 trabajadores de la empresa Simarro y Perea. CCOO Euskadi, que muestra su satisfacción porque los tribunales le hayan dado la razón, señala que la sentencia obliga a la empresa a reincorporar a la plantilla a sus puestos de trabajo con el abono de los salarios dejados de percibir desde la fecha del despido.

La central recuerda en una nota de prensa que el pasado mes de octubre la empresa presentó un ERE de extinción de 18 puestos de trabajo alegando causas económicas y con fecha de previsión de los despidos el 28 de noviembre. CCOO indica que, según la citada sentencia, la negociación en el periodo de consultas estuvo “viciada, con mala fe, con aportación de datos económicos inopinados y contrarios a la marcha contable y económica de la empresa hasta ese momento, lo que ha evitado una negociación auténtica partiendo de datos fiables”. El sindicato añade que, por tanto, el TSJPV declara “nulo el despido” debido a la “falta de aportación de la documentación económica perceptiva, toda vez que la que se aportó estuvo viciada en los términos indicados, lo que asimismo impidió una negociación cabal y basada en datos reales”.

Esta información coincide en el tiempo con otra que afecta a otro referente industrial, y del sector tubero, de Dulantzi. No en vano, tal y como adelantó DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, no corren buenos tiempos para las firmas siderúrgicas que forman el grupo STS y que el 24 de noviembre presentaron un concurso voluntario de acreedores. De hecho, el pasado día 24 de febrero, Siderúrgica de Tubo Soldado Tubular Group (STS) y SERT presentaron ante el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Vitoria una solicitud de extinción colectiva de contratos de trabajo, que afecta a 61 trabajadores de STS y a 26 de SERT. Tal y como se alega en el documento al que tuvo acceso este diario, el objetivo de este despido colectivo es “evitar un empeoramiento tanto de los créditos ostentados por los trabajadores como de la situación financiera de las sociedades”. Como explican en los motivos del despido colectivo, “en el caso concreto de STS y, por ende, de SERT, los centros de trabajo sufren una acentuada subactividad, hecho que afecta negativamente no sólo a la competitividad, sino a la estructura de costes, que incrementan la situación de pérdidas a nivel de explotación y de resultados”.

El grupo STS, la antigua Helisol, entró en concurso de acreedores en 2016 con unas deudas de 70 millones, en parte por los impagos de partidas en el extranjero, en especial de Venezuela. - A. Salazar/E.P.