vitoria - La conflictividad laboral vuelve a repuntar en Euskadi después de años a la baja. Las empresas vascas contabilizaron en los diez primeros meses del año un total de 137 huelgas, con 12.240 participantes y 49.251 jornadas no trabajadas, según los datos del Consejo de Relaciones Laborales (CRL). Esto supone un ascenso del 193% en el número de jornadas perdidas con respecto al mismo periodo de 2015, es decir, prácticamente tres veces más.
Según datos del último informe del CRL, el número de huelgas entre enero y octubre bajó un 13,8%, pero los participantes en ellas aumentaron un 35,8% en relación al mismo periodo de 2015.
En Álava se registraron 39 paros con 1.984 participantes y 4.068 jornadas perdidas, lo que supone un ascenso en el territorio alavés de casi el 80% en este segundo apartado. En Bizkaia, se secundaron 63 huelgas con 7.674 participantes y 23.611 jornadas perdidas, lo que supone duplicar el número de días totales perdidos. En Gipuzkoa fueron 35 los paros desarrollados, que conllevaron 21.572 jornadas perdidas al ser secundados por 2.582 empleados. El incremento en el número de jornadas perdidas es de más del 500% respecto al pasado año, es decir, seis veces más.
Durante años la conflictividad laboral ha seguido una trayectoria a la baja a pesar del elevado desempleo y precariedad laboral hasta el punto de que en los últimos ejercicios el número de jornadas perdidas por huelgas ha tocado mínimos en más de 25 años. La bajada de las huelgas ha contrastado, eso sí, con un panorama más revuelto y conflictivo que nunca en las relaciones laborales vascas, con estrategias cada vez más escoradas hacia la confrontación como es el caso de ELA.
Sin embargo, y a pasar de producirse hitos muy negativos para los trabajadores como la pérdida de numerosos convenios en julio de 2013, en general las plantillas se han resistido a transformar su malestar en una parada de la producción o, al menos, una parte ha decidido no sumarse a la convocatoria. Una de las explicaciones que dan los propios sindicatos es que, como ocurre con la resistencia a coger la baja laboral, muchos trabajadores prefieren no faltar a su puesto por miedo a perder el empleo.
más participación En todo caso, parece que este año se revierte la situación, como advertían los sindicatos, que anticipaban batalla con la reactivación económica. Efectivamente, en 2016 no se produce una multiplicación del número de conflictos, pero sí sucede que, allí donde hay una convocatoria de huelga, la plantilla responde en mucha mayor medida que el pasado año y, sobre todo, durante más tiempo.
Así se explica que el número de jornadas perdidas se triplique este año mientras el número de huelgas baja casi el 14%. En ese sentido, el CRL registra un aumento de los participantes del 36%, por debajo del incremento de las jornadas perdidas, lo que indica que los conflictos tienen mayor duración. - DNA