luxemburgo - La Unión Europea se afana por minimizar el impacto que la reforma de la norma internacional de solvencia Basilea III, que podría derivar en un aumento de los requisitos de capital de algunas entidades, algo que varios países quieren evitar a toda costa. “Nuestro análisis actual es que las propuestas que están siendo discutidas en el Comité de Basilea pueden conducir a un incremento global de los requisitos de capital y reducir también la sensibilidad al riesgo”, aseguró ayer el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovkis, en una rueda de prensa al término del Consejo de Ministros europeos de Economía y Finanzas.

“No obstante, como estas discusiones están todavía en marcha, no puedo hacer ahora un análisis cuantitativo. Estamos en un proceso de negociación y tenemos que ver el resultado, todavía estoy confiando en que lograremos conseguir una solución equilibrada que no lleve a un incremento significativo de los requisitos de capital”, añadió. El político letón se pronunció así tras el encuentro con por los ministros europeos de Economía y Finanzas, Ecofin, en el que se abordó la reforma de Basilea III y los detalles de la posición común que la UE defiende en estas negociaciones, en especial frente a los desencuentros que mantiene con EEUU.

En julio se barajó que la UE defendiera que la reforma no supusiera un incremento de los requisitos de capital mayor del 5%, que promovía Francia con el respaldo de socios como Alemania, una propuesta que generaba ciertas reticencias y que fue sustituida por una mención a evitar un “incremento significativo” sin cifras, explicaron a Efe fuentes comunitarias. Ahora, la conversación ha adoptado un carácter “más consensual” y se trata de buscar una posición respaldada por todos los socios.

“El resultado del proceso debe ser si tenemos buenos estándares de calidad para los modelos internos, y esto en casos individuales de algunos bancos puede llevar a unos requisitos de capital más altos, porque podría resultar que sus modelos internos no son de la calidad correcta”, opinó el ministro holandés del ramo y presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.

Fuentes diplomáticas indicaron que se trata, en concreto, de 5 entidades, que no quisieron nombrar, aunque apuntaron que se concentran en dos países europeos y excluyen Italia, cuya banca en este aspecto sale “bastante bien parada”. El ministro español, Luis de Guindos, indicó al respecto que la banca española “está muy cómoda” porque “si ha habido unos bancos que han sido estrictos con los modelos de cálculo de riesgo y de capital, han sido los bancos españoles”.

el déficit de españa Por otra parte, la Comisión Europea informó a los Veintiocho en el encuentro de la situación de la discusión sobre la suspensión parcial de los fondos estructurales a España y Portugal por haber incumplido sus compromisos de reducción del déficit público. Dombrovskis lo relacionó, al contrario que su colega Pierre Moscovici, el comisario europeo de Asuntos Económicos, con los borradores presupuestarios que los países deben presentar a Bruselas esta semana.

“La suspensión parcial de fondos estructurales a España y Portugal, que se discute actualmente entre el Parlamento Europeo y la Comisión Europea, dependerá de las propuestas de los presupuestos del año que viene, dentro de la decisión para la corrección del déficit excesivo”, dijo.

Dombrovskis aseguró que, una vez que el presupuesto sea enviado, será evaluado, y mostró su esperanza de que los países los manden “en línea con las recomendaciones”. Por su parte, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, aseguró que la Comisión está obligada a presentar una propuesta para que el Consejo (que representa a los países comunitarios) pueda decidir antes de fin de año”, punto en el que aseguró que “no hay margen” para cambios.

Una vez que Bruselas dé este paso, tendrá que decidir si mantiene la congelación de fondos estructurales y de inversión europeos, algo que los países pueden evitar si cumplen antes de finales de año con sus compromisos de tomar acciones concretas para reducir su déficit este ejercicio.

En este sentido, De Guindos se mostró convencido de que se cumplirán los objetivos este año y dijo que el nuevo Gobierno español -que espera que se forme para finales de mes- tendrá que tomar medidas para asegurar que se cumple el 3,1% comprometido para el año que viene.