Bilbao - La actuación del Banco Central Europeo (BCE) inundando de liquidez los mercados financieros ha hecho que la banca no tenga mayor necesidad de recurrir al dinero de los particulares para financiarse. Con los tipos de interés oficiales en mínimos históricos, la rentabilidad que ofrecen por los depósitos los bancos en el Estado español es casi nula por lo que “los ahorradores han vuelto a considerar la posibilidad de invertir sus dineros en fondos de inversión”, reconoce José Luis Manrique, director de estudios de Inverco.

Manrique destaca dentro de la tradicional “mayor cultura financiera de los vascos”, el crecimiento del patrimonio invertido en fondos en la CAV. Al cierre de 2015 los fondos de inversión domésticos recogían 25.487 millones de euros del ahorro de los 927.982 partícipes vascos, lo que supone un incremento del 9% frente a los 23.355 millones de euros del año precedente, según Inverco. En el caso de Nafarroa, el crecimiento ha sido incluso ligeramente superior, de un 10,6% pues los 6.404 millones de euros que los navarros tenían en fondos de inversión superaban en 614 millones la cifra del cierre de 2014.

En este contexto de tipos cero e inflación nula una mayoría de expertos apuestan por los fondos de inversión para obtener una mayor rentabilidad a largo plazo, debido a su capacidad de generar diversificación, tanto individual como colectivamente, dado que permiten al tenedor pasar de ser un mero ahorrador a ser inversor.

Y esto se ha reflejado, según indica José Luis Manrique, en los datos. “Ya se ha recuperado el volumen de dinero existente en 2008 tras tocar fondo en diciembre de 2012. En los últimos cuatro años se han recuperado 104.000 millones de euros”.

Manrique reconoce que el ahorro en España es tradicionalmente de “un perfil conservador, con una notable aversión al riesgo, pero los depósitos bancarios a plazo no ofrecen en la práctica rentabilidad alguna, de ahí que la gente vuelva a mirar a los fondos que le ofrecen unas posibilidades mayores y además hoy disponen de muchos perfiles, muchos de ellos muy conservadores, adecuados a todo tipo de inversor”.

En todo caso, la mejoría de la economía ha “aumentado la confianza de los inversores en relación a los años más duros de la crisis y en lo que llevamos de año, el patrimonio invertido en fondos en el Estado ha seguido creciendo a tasas del 3%”. Para José Luis Manrique, un dato más importante incluso que el crecimiento del dinero invertido en fondos es “que ha aumentado el número de partícipes. Ya hemos vuelto a alcanzar este mes pasado la cifra de 8 millones en España, la misma cifra que había en 2007 antes de la crisis”.

Al cierre de 2015, en el conjunto del Estado español había 219.939 millones de euros en fondos, de los que 25.487 millones eran de la CAV y 6.404 millones de Nafarroa, el 11,6% y el 2,9% del total estatal, respectivamente, un porcentaje más alto que el correspondiente al peso de la economía vasca en la española.

Un dato curioso en relación al perfil del ahorrador es que los inversores de la CAV eligen fondo de renta variable, los más arriesgados, en un 15,8% mientras que los navarros llegan al 22,8%. El perfil del inversor vasco en fondos se caracteriza por su perfil más conservador pues el 29,5% elige renta fija frente al citado 15,8% de renta variable. Siendo los garantizados el 19,9% y los mixtos, el 34,8%.

El inversor navarro tiene diez puntos menos que el de la CAV en renta fija y siete puntos menos en garantizados, en cambio arriesga más con un 45,8% en mixtos y un 15,8% en renta variable.

Sin embargo, según el estudio Las nuevas tendencias del ahorro en España, los depósitos bancarios son históricamente los instrumentos preferidos de los ciudadanos para canalizar el ahorro, seguidos de los planes de pensiones, EPSV en Euskadi, y de los fondos de inversión. El que los depósitos sigan siendo la fórmula preferida pese al bajón reciente también tiene que ver con el hecho de que a veces los fondos son más rentables para los bancos que para el inversor. El estudio Rentabilidad de los fondos de inversión en España, 1991-2009, de Fernández-Del Campo muestra que de 368 fondos de inversión con 15 años de historia, sólo 2 superaron la rentabilidad del Ibex y 263 fondos, con 10 años, dieron rentabilidad negativa.