bilbao - Confebask presentó ayer ante más de 400 empresarios el nuevo modelo de relaciones laborales en el que las patronales territoriales han estado trabajando los últimos años. La propuesta tiene como objetivo prioritario generar un clima de entendimiento en la empresa que permita adaptar las condiciones de trabajo a las necesidades de producción. Para ello se habla de fomentar la transparencia, la participación del trabajador y la flexibilidad, pero no se aclara en qué lugar quedan los sindicatos ni cómo se van a recuperar unas relaciones, sobre todo con ELA y LAB, prácticamente rotas.

Aunque los dirigentes de la patronal vasca dejaron claro que no se renuncia a la negociación colectiva sectorial, el modelo prima el ámbito de la empresa. “No se puede regular lo mismo para todos”, dijo el director general de Confebask, Eduardo Arechaga. La puesta de largo del nuevo modelo, que contó con la presencia de la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, y representantes del mundo económico y sociolaboral, no incluyó grandes novedades respecto al documento presentado a finales del año pasado por la patronal en la mesa de diálogo social y que fue rechazado de forma unánime por las cuatro grandes centrales, las que están en la mesa y las que no.

La propuesta de Confebask tiene su origen en los planteamientos hechos públicos por la guipuzcoana Adegi a finales de 2013 y recogidos en la Guía para una Nueva Cultura de Empresa. El texto de Adegi, de 47 páginas, se puede consultar en su web y recoge, entre otras recomendaciones a sus asociados, apostar por una “interlocución directa” con los trabajadores. Es una de las expresiones que más escuece a los sindicatos, que se ven sin sitio en ese modelo. Adegi optó, tras las fuertes críticas sindicales e institucionales, por retirar del documento inicial un párrafo en el que se afirmaba que “la individualización de las relaciones laborales puede posibilitar acuerdos colectivos”.

Ni las matizaciones ni las referencias expresas ayer a la negociación colectiva han templado el ánimo de los sindicatos, que siguen viendo en el movimiento de Confebask un intento de “individualizar” la relación laboral para empeorar las condiciones de trabajo. La patronal ha dado varios pasos en falso en los últimos años que no han ayudado a reestablecer puentes con las centrales. Uno de los más polémicos tuvo lugar en noviembre de 2014 al hacerse público un documento con el logo de Confebask -la patronal no reconoció su autoría- en el que se pedía retirar la condición de sindicatos a aquellas organizaciones que no cumplan con ciertas funciones como la negociación colectiva o el diálogo social. ELA y LAB calificaron el texto como “un golpe de Estado” contra la libertad sindical.

Con la negociación colectiva bloqueada y 400.000 asalariados vascos con su convenio pendiente de renovar, la propuesta presentada ayer por Confebask dibuja un escenario laboral más idílico que real. Se incluyen términos como la transparencia, la implicación de los trabajadores, la equidad retributiva o la colaboración -“hay que pasar de la sokatira a la trai-nera”, ilustró el líder de Adegi, Pello Guibelalde-, pero apenas se habla de cómo desatascar los convenios ni de cómo recomponer el diálogo con los sindicatos. La relación es más tensa con ELA y LAB, pero las tesis de la patronal tampoco gustan a CCOO y UGT, que han llevado a la mesa de diálogo su propia iniciativa para salvar la negociación sectorial.

condiciones flexibles “Las empresas necesitan personas polivalentes, con actitud proactiva y capacidad de esfuerzo y a las que, a cambio, se les ofrezca estabilidad y una retribución acorde con esa implicación”, señaló el presidente de la patronal, Roberto Larrañaga. El nuevo modelo plantea proporcionar más información al trabajador sobre la situación de la empresa y ajustar retribución y horarios a las necesidades de la misma. También se plantean bonus en función del “desempeño” de cada uno.

Como ejemplo de flexibilidad se citó el de una firma que recibe un pedido un viernes para entregar el martes. “Habría que sentarse con la plantilla y ver cómo se saca la producción adelante”, dijo uno de los empresarios que participaron en el acto.

Flexibilidad. El nuevo modelo de relaciones laborales de Confebask tiene como eje establecer una relación fluida con la plantilla con el objetivo de poder adaptar las condiciones de trabajo a las necesidades productivas de cada momento.

Transparencia. Se apuesta por ofrecer más información a los trabajadores de manera que estos conozcan mejor la situación de la compañía y aumente la confianza de ambas partes.

Participación. Aumentar la participación y una actitud proactiva por parte del trabajador, lo que facilita ciertas decisiones y una mayor disposición a realizar cambios.

Colaboración. La idea de la patronal es poder adaptar la empresa a las necesidades productivas sin generar conflictividad laboral. El clima de colaboración y entendimiento, “incompatible con la actitud de algunos sindicatos”, es otro de los pilares del nuevo modelo.

Retribución equitativa. Se plantean retribuciones flexibles en cierto grado para poder ofrecer mejoras en función del “desempeño” de cada uno y de los beneficios de la empresa, aunque también con posibles rebajas si las cosas van mal. Se aboga por desligar el incremento salarial a parámetros tradicionales como el IPC.

La frase del presidente de la patronal vasca resume la apuesta de la patronal por mejorar el clima laboral en las empresas y desterrar la conflictividad.