gasteiz - El comité de empresa de la planta de Zumarraga de Arcelor Mittal lamentó ayer que la propuesta para la elaboración de un plan de viabilidad definitivo de esta factoría presentada por el Gobierno Vasco no responde al objetivo último de garantizar completamente la continuidad de la factoría y el mantenimiento de todos los puestos, ante lo que pidió al Ejecutivo vasco que varíe su estrategia y exija directamente a la empresa un plan industrial en el que estas condiciones se encuentren aseguradas.

Varios centenares de trabajadores de las plantas de Zumarraga y Sestao de la multinacional india se concentraron ayer durante más de una hora frente al Gobierno Vasco y a su término el comité de empresa de la fábrica guipuzcoana leyó un comunicado en el que consideran que la propuesta del Ejecutivo de Lakua “no está acorde con las declaraciones efectuadas previamente, que albergaban alguna expectativa o esperanza de continuidad de la actividad total de la planta”.

Al contrario, los representantes de la plantilla califican de “declaración de intenciones” un documento que establece como condición “contar con el visto bueno o la aprobación de Arcelor”, tal y como también recordó la consejera vasca de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantxa Tapia, quien señaló que sin la implicación “clara e inexcusable” de la compañía este plan no puede aplicarse.

Junto con este aspecto, el comité de empresa añade que la primera parte del documento se centra en apuntar una serie de medidas que no se limitan a la actividad en la planta de Zumarraga, sino que aluden a todo el sector de la acería como la lucha antidumping, el diseño de un plan energético europeo común o la inclusión del sector como actividad desfavorecida por parte de la Unión Europea.

Estos puntos, en opinión del comité de empresa, “son cuestiones que al grupo Arcelor le interesa que estén en el centro del debate”, lo que desviaría la atención del principal asunto que es “la presentación de un plan industrial fuerte que garantice la continuidad de la total actividad en la planta de Zumarraga”.

Ambos detalles demuestran, en opinión de los sindicatos CCOO, ELA, LAB y UGT, que la propuesta tenga como fin “único y exclusivo” el mantenimiento de la fábrica, por lo que exigen al Gobierno Vasco que se dirija directamente a Arcelor Mittal para “exigir” la presentación de un plan industrial que lo haga. En este sentido, consideran “una muestra de buena voluntad” por parte de la multinacional la retirada del cierre parcial de actividad en la planta “como signo inequívoco de que la actitud negociadora va a ser de buena fe”.

propaganda El comité de empresa trasladó así la postura “oficial” de los trabajadores de la factoría de Zumarraga, pero los distintos sindicatos también optaron por realizar sus valoraciones particulares, como en el caso de ELA, que en un comunicado acusó al Ejecutivo de Gasteiz de apostar por la “propaganda” ante su “falta de una política industrial y una alternativa creíble”. El sindicato que dirige Adolfo Muñoz, Txiki, lamentó que las expectativas creadas tras el anuncio de una propuesta para un plan de viabilidad anunciado por el Ejecutivo vasco “quedaron en nada” después de conocerse el documento conformado, según criticó la central, por “planteamientos que solo pueden ser catalogados de improvisados y mediáticos”.

También consideraron “una falta de respeto a la plantilla” el modo como el Ejecutivo vasco actuó en la presentación de esta propuesta, “tanto el anuncio realizado por el propio lehendakari, como la rueda de prensa ofrecida por la consejera previa a la reunión, o su traslación a las redes sociales a la misma hora de la celebración de la comparecencia”.

“poca capacidad” UGT, en cambio, utilizó un discurso más conciliador. Su secretario general en Euskadi, Raúl Arza, admitió que el Gobierno Vasco “tiene poca capacidad” para solucionar el problema de Zumarraga porque “lo que puede hacer es acompañar a la empresa si ésta tiene voluntad”, pero “tengo dudas de lo que quiere hacer” Arcelor Mittal. Como ejemplo, citó que el Ejecutivo de Lakua el pasado martes “le presentó una declaración de intenciones, pero ya ha dicho que lo que le interesa es hablar de recolocaciones”.

Arza abogó por “una respuesta global al acero” en una tarea en la que “no vale una respuesta ni del Gobierno Vasco ni del central”. Por este motivo, se dirigió a Europa para pedirle “rapidez y celeridad en la puesta en marcha de medidas antidumping”.

Las reacciones críticas con la propuesta de un plan de viabilidad para la planta de Arcelor en Zumarraga no procedieron tan solo del ámbito sindical, sino que también se produjeron en el mundo político personalizadas en el PSE-EE. Su secretario general en Gipuzkoa, Iñaki Arriola, calificó este documento de “insuficiente” al considerar que contiene “medidas cosméticas” sin mayores concreciones. Como ejemplo, señaló que se trata de una propuesta “de cuatro folios y medio” en los que “no hay ni un solo número”.

En opinión del responsable de los socialistas guipuzcoanos, “un plan de viabilidad debe estar cuantificado y explicar a qué se van a destinar las inversiones”, algo que ha echado en falta en la propuesta presentada el pasado marte.

Por este motivo, pidió al lehendakari Iñigo Urkullu y a la consejera Tapia que “se pongan las pilas” y “aparquen tímidos planteamientos que ya dan por bueno un recorte de plantilla que tampoco se concreta”.

El Ejecutivo vasco, por su parte, incidió en que el plan presentado es un documento abierto que se encuentra a la espera de “aportaciones positivas” tanto por parte de los trabajadores como por la de las instituciones vascas implicadas. El lehendakari también se pronunció ayer para pedir a la multinacional Arcelor Mittal que “dé pasos” que garanticen la continuidad de la planta de Zumarraga, “que puede ser sostenible”.