vitoria - La economía vasca está en la senda de la recuperación pese a los problemas del sector siderúrgico y cerró el pasado año con un aumento del 2,8 en el Producto Interior Bruto de la CAV, según datos del Eustat, pero esa buena noticia está empañada por el incremento de la siniestralidad laboral que se elevó en un 7,5% en los accidentes laborales con baja y en un 10% en los que finalizaron con la muerte del trabajador, según Osalan. Ello significa que la tasa de crecimiento de la siniestralidad laboral casi triplicó la del aumento del PIB vasco.
Fuentes empresariales vascas, aun reconociendo y lamentando dicha realidad, consideran que si se tiene en cuenta el aumento de actividad el índice de incidencia por cada mil trabajadores apenas ha crecido unas décimas, de 36,01 en 2014 a 36,15 en 2015.
El problema es que la tendencia en este inicio de 2016 no ha cambiado a mejor. Al revés, tras el accidente laboral que costó la vida a dos operarios en la fábrica de hielo de la localidad vizcaína de Ondarroa se eleva 14 el número de trabajadores fallecidos en el trabajo en el presente año en Euskal Herria, según datos del sindicato LAB, del que era afiliado una de las dos personas afectadas por la explosión.
Y los datos en el Estado español son aún peores pues sólo en enero han fallecido 51 trabajadores, 24 más que en el mismo periodo de 2105, según el Ministerio de Empleo.
Los casos de siniestralidad laboral como el acontecido en Ondarroa han vuelto a poner encima de la mesa los problemas de la seguridad en el trabajo y ha unido a todos los sindicatos vascos en sus continuas peticiones de que se investiguen los hechos y se ponga más énfasis en las inspecciones.
Los sindicatos ELA, LAB, CCOO y UGT reclaman a la Inspección de Trabajo y el Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales-Osalan que investigue los accidentes con el mayor celo posible pero también consideran que las condiciones de trabajo, -la precariedad, la presión constante para mejorar la rentabilidad con unos ritmos de trabajo crecientes, la subcontratación etc- no son ajenas a la siniestralidad. El sindicato LAB, del que era delegado una de las personas fallecidas en Ondarroa, señala que los accidentes laborales no se pueden separar del hecho de las “condiciones laborales impuestas por la patronal”.
El propio consejero de Empleo del Gobierno Vasco, Angel Toña, ha destacado esta semana que 14 muertos por accidente laboral en lo que va de año en Euskadi “son demasiados” por lo que es necesario redoblar los esfuerzos para corregir la tendencia. Hay que “tomarse en serio” la cuestión de la prevención laboral y “trabajar duro” para acabar con el problema de la siniestralidad. El Gobierno Vasco considera que catorce personas fallecidas en un accidente laboral “son demasiados”.
Buena parte de los accidentes laborales se concentran en empresas pequeñas y en subcontratas lo que avala las palabras de Angel Toña que considera que “en las grandes empresas las cosas se hacen bien” pero que en las pymes y en las obras de construcción queda trabajo por hacer para generar una cultura de la prevención. Esto es algo que no sólo es tarea de las diferentes administraciones, “sino que cada uno, tanto empresarios como trabajadores, tiene que tener asumido qué medidas debe tomar”, ha señalado el consejero vasco.
La organización empresarial vasca Confebask ha hecho días pasados balance de la situación del pasado ejercicio y considera que pese a los datos citados se ha mejorado sustancialmente en prevención laboral en los últimos años en Euskadi.
Los datos de Osalan muestran que el pasado año se produjeron 30.221 accidentes laborales en la CAV que desembocaron en la necesidad de que el trabajador cogiese la baja médica. Ello supone un incremento del 7,5%, tasa muy superior al crecimiento de la economía, casi el triple que el 2,8% que aumentó el PIB vasco. Y si se tiene en cuenta el número de accidentes laborales mortales, los 33 trabajadores vascos fallecidos en 2015, suponen un 10% más que en el ejercicio anterior.
El dirigente de Confebask, Jon Bilbao, insiste en que los empresarios y los trabajadores sí se están tomando en serio la prevención de riesgos laborales y fruto de ese esfuerzo colectivo, es un hecho que la evolución de los accidentes de trabajo ha experimentado una espectacular reducción en los últimos quince años. La entrada en el siglo XXI ha permitido recortar sustancialmente, con datos extraídos del propio Osalan, el índice de incidencia de los accidentes laborales en la CAV por cada 1.000 trabajadores, ya que en el año 2000 era de casi 80 casos (77,96), mientras que en el pasado 2015 han sido de 36 (36,15), menos de la mitad. Y si el número de accidentes mortales en el puesto de trabajo fue de 85 en el año 2000, 15 años después se han registrado 28, un 68% menos.
Con estos datos en la mano, el dirigente de Confebask reitera en que esa notable reducción de la siniestralidad laboral en Euskadi en la última década y media no es fruto de la casualidad, por lo que aboga por profundizar en ese esfuerzo colectivo de empresarios y trabajadores.
14
trabajadores vascos han perdido la vida en este 2016 en Euskal Herria, según el sindicato LAB.
2015. El total de accidentes de trabajo con baja en la CAV ascendió a 30.221, el 7,5% más, según Osalan. Los accidentes en jornada laboral ascendieron a 26.641, un alza del 7,3% respecto a los apuntados el año precedente. Los contabilizados in itinere fueron 3.580, un 9,1% más.
33
trabajadores fallecieron en accidente laboral en la CAV en 2015