madrid - El debate está en el parqué y divide a los analistas. Hay quien afirma que los mercados están sobrerreaccionando y quien defiende que acecha la sombra de otra crisis financiera, y en medio hay opiniones para todos los gustos. Lo único claro es que la incertidumbre reina en la Bolsa y, en el caso de España, la consecuencia ha sido registrar la mayor caída semanal desde diciembre de 2014. En concreto, el parqué madrileño se ha dejado un 6,8% en las últimas cinco sesiones y, a punto de llegar al ecuador de febrero, acumula unas pérdidas del 17% en lo que va de año.

El Ibex cerró ayer una semana de vértigo con una subida de algo más de dos puntos básicos para recuperar el nivel de los 7.900 puntos. La banca volvió a protagonizar la sesión, en esta ocasión para bien gracias a los datos sectoriales que llegaron de Francia y Alemania. El sector financiero ha sido responsable del desplome del jueves y de las subidas del miércoles y del viernes y concentra todo el interés del mercado.

subidas en la sesión El fantasma de nuevas dificultades para el sector financiero no apareció en escena y la prima de riesgo tuvo un comportamiento más normalizado. Una vez despejado ese frente, el resto de valores pudieron cotizar al alza, con un papel destacado de Repsol, primado por un notable repunte del petróleo. Arcelor y Acerinox también destacaron. Todos los índices europeos cerraron al alza y el Dow Jones abrió la sesión también con repuntes.

En prespectiva, la zozobra en los mercados está dejando un rastro muy profundo. Todos los valores del Ibex 35 están en números rojos en el acumulado del año y hay valores que han perdido un tercio de su valor en apenas mes y medio. Además, los analistas estiman que, salvo excepciones como Gamesa, que negocia su fusión con Siemens, todos seguirán a la baja las próximas semanas.

Los inversores están viendo como adelgaza su cartera a marchas forzadas y, aunque el año acaba de empezar, se preparan para un ejercicio malo. Algo similar ocurre con los fondos de inversión, el patrimonio de los que están ligados a la Bolsa española cayó en 645 millones en enero y en febrero está lloviendo aún más. - DNA