Berlín - La UE y Alemania exigieron ayer transparencia a Volkswagen y la asunción del coste que pueda tener para los clientes la manipulación de datos de emisiones, ante la extensión del escándalo que afecta al mayor fabricante de vehículos de Europa.

Las acciones de VW cayeron con fuerza después de que la compañía reconociese el martes motu proprio haber descubierto que 800.000 vehículos registran emisiones irregulares de CO2, de los que 98.000 son de gasolina, lo que da una nueva dimensión al caso. Bruselas instó al fabricante a aclarar al detalle y “sin demora” las nuevas “irregularidades” que ha detectado y advirtió de que el caso podría derivar en sanciones. Por su parte, el ministro de Transportes alemán, Alexander Dobrindt, consideró “inaceptable” que una empresa haya tomado medidas para falsear sus emisiones y dijo que VW debe asumir su “responsabilidad” en todos los frentes. - Efe