BILBAO - Kutxabank, el banco vasco resultante de la integración de las tres cajas de ahorros de la CAV, no saldrá a bolsa en los próximos años, ni contempla dejar fuera del grupo a sus empresas participadas, pese a la normativa del regulador bancario que propicia dichas actuaciones, según confirmó ayer el presidente de la entidad financiera vasca, Gregorio Villalabeitia, en el transcurso de una conferencia sobre la Situación de la banca en 2015 y evolución financiera de las empresas vascas, organizada por Cebek, en el Palacio Euskalduna de Bilbao.
Villalabeitia esbozó las líneas maestras del plan de negocio 2015-2019 de la entidad financiera y señaló que en el mismo está descartada la salida a bolsa del banco por lo que Kutxabank, de acuerdo con sus accionistas, configurará un fondo de reserva que le permita “mantener todas las opciones estratégicas”.
En opinión del presidente de Kutxabank, “el banco tiene todavía mucho valor por explicitar”, por lo que el esfuerzo de la organización se centrará en aumentar la rentabilidad del negocio y los resultados, algo que en un contexto macroeconómico complejo como el actual, con los tipos de interés muy bajos, no será fácil: “Vamos a sudar sangre para rentabilizar Kutxabank”, describió gráficamente Villalabeitia que se mostró confiado en alcanzar los objetivos en un escenario de crecimientos de algo más del 2% en el PIB.
Gregorio Villalabeitia defendió ante una numerosa concurrencia, - entre otros estaban la consejera vasca de Desarrollo Económico, Arantza Tapia; el alcalde de Bilbao, Juan María Aburto; los presidentes de Confebask y Cebek, Roberto Larrañaga e Iñaki Garcinuño, respectivamente, y el presidente de Euskaltel, Alberto García Erauzkin-, la necesidad de que Kutxabank mantenga su actual estructura de capital, pese a que el regulador del sector financiero “prefiere que todos los bancos coticen en bolsa” para que tengan acceso a “alternativas de financiación si las cosas vienen mal”.
Pese a la recomendación del regulador, el banco vasco optará por configurar, de acuerdo con la Ley, un fondo de reserva que le permita “mantener todas las opciones estratégicas a futuro”, de forma que se conserve “el status quo actual” de la entidad o sea que los únicos dueños sean BBK, Kutxa y Caja Vital. Este fondo no está aún fijado definitivamente, recordó Villalabeitia, aunque las primera estimaciones hablan de 250 millones, una cifra que sería asumible.
Valdrá el doble A su juicio, Kutxabank tiene “mucho valor todavía que explicitar, a medida que la calidad de la cuenta mejore, y, hoy por hoy, la cotización de la banca, en base al negocio recurrente de los bancos que desarrollan su actividad, es pobre”. “Un banco vale lo que vale su negocio recurrente, y hoy por hoy, el negocio recurrente de la banca española no está bien”, añadió tras indicar que de media la banca cotiza a un 0,6 del valor en libros. Por ello, insistió en que Kutxabank “espera mejores momentos” porque “tiene que explicitar mucho más valor”. De hecho, “puede llegar a valer el doble de lo que vale”.
En este sentido, Kutxabank, según Villalabeitia, va a hacer en los próximos años “lo que ya hacemos bien para seguir siendo líderes”. “Seremos rigurosos en el riesgo y en los gastos y agresivos comercialmente, con especial atención a las pymes”.
En relación a una hipotética participación de Kutxabank en la consolidación del sector bancario español, Villalabeitia, fue tajante al indicar que ahora “no toca”. La entidad se va a centrar en estos próximos cuatro años en el crecimiento orgánico y en “rentabilizar” Kutxabank por lo que aunque el tamaño “sí importa”, se abordará en “un segundo momento”.
Villalabeitia defendió el papel de Kutxabank “como dinamizador de la actividad económica y cohesionador de la sociedad pero para ello es necesario obtener beneficios”.