madrid - El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha calculado que España ha perdido ya 1.500 millones del dinero puesto a disposición de Grecia en el primer rescate, que ascendió a un total de 6.700 millones. En declaraciones a los medios tras comparecer en la Comisión de Economía del Congreso, Guindos explicó que el préstamo de 6.700 millones se fijó a un interés del 0,5%, una cifra muy baja comparada con el coste de financiación medio de la deuda española estos años. Al poner en relación ambas cifras, según el ministro, se estiman unas pérdidas de unos 1.500 millones de euros, lo que, aunque no sea un “tema fundamental”, pone de manifiesto la “enorme solidaridad” que ha mostrado España con el país heleno.
Así y aunque España no tenía una gran exposición a Grecia, decidió hacer ese préstamo en muy buenas condiciones, y si se tiene en cuenta lo prestado en el segundo rescate y lo que se prestará en el tercero, la ayuda sumará un total de 36.000 millones.
el tercer rescate, a votación Todos los portavoces de los grupos se refirieron al tema griego en sus intervenciones y algunos pidieron al ministro que explique por qué este rescate sí pasará por el Congreso cuando el rescate financiero para la banca española no lo hizo. En este sentido, Guindos explicó que el rescate griego sí está suponiendo un coste para España -de momento esos 1.500 millones-, mientras que el rescate financiero iba acompañado de las “favorables condiciones” que ofrece el MEDE, lo que implica un beneficio anual de algo más de 2.000 millones.
Sobre una eventual quita de la deuda helena, Guindos aseguró que este tema nunca ha estado sobre la mesa y que no ha visto a ningún país defender esta opción. De hecho, recordó que el comunicado posterior a la última cumbre dejó claro que uno de los condicionantes sería que no habría una reducción del valor nominal de la misma.
Durante la réplica en la Comisión, garantizó que el Gobierno no aceptará quitas del valor nominal, aunque sí ha aceptado varias veces modificar el perfil del vencimiento tanto del principal como de los intereses.
Por otro lado, volvió a insistir en que la economía va “indudablemente mucho mejor” de lo que iba hace tres años y ahora ve “la luz al final del túnel”, aunque sigue siendo algo vulnerable por la persistencia de algunos desequilibrios. De hecho, aseguró que la previsión de crecer al 3% los próximos cuatro o cinco años “no está escrita en bronce”. “Dependerá de nosotros mismos”, concluyó. - Europa Press