gasteiz - El precio del petróleo se mantiene en niveles anormalmente bajos y ayer en los mercados internacionales se movía entre los 52,5 y los 57 dólares-barril. Acostumbrados a precios cercanos a los cien dólares, la mayoría de las empresas vascas y de los ciudadanos se benefician de unos menores costes energéticos, lo que está ayudando a la recuperación de la economía junto con otros factores exógenos como la devaluación del euro frente al dólar, que favorece las exportaciones fuera de la Unión Europea, y la mayor liquidez inyectada por el BCE que ha abaratado la financiación.
Todas estas buenas noticias tienen su cara B para un sector concreto de la industria vasca que no sólo no se está beneficiando de la recuperación, sino que está viendo caer sus pedidos a niveles de crisis. Este es el caso de la industria relacionada con el negocio del denominado oil&gas. Fabricantes siderúrgicos de tubos de acero sin soldadura, productores de válvulas, bombas y equipos varios, constructores de buques especializados para apoyo a las plataformas marinas etc, no pasan por sus mejores momentos estos días.
Así, el fabricante vasco de tubos de acero sin soldadura Tubacex, uno de los dos líderes mundiales del sector, reconoció ayer que no descarta tener que recurrir a la presentación de un expediente de regulación de empleo (ERE) en sus plantas vascas después del verano si sigue la caída de pedidos.
Fuentes de Tubos Reunidos también confirman la complicada situación de los mercados por la paralización de proyectos de inversión dado el nivel de precios del crudo. En los astilleros vascos reconocen que pese a contar con cartera de pedidos están viendo como se retrasan posibles nuevos contratos de buques de apoyo a las plataformas off-shore. La misma situación la viven compañías vascas fabricantes de válvulas y bombas.
Un problema adicional es que la reducción de la demanda va acompañada de un recorte de los precios dado que la mayoría de las compañías intentan cerrar pedidos como sea ofertando a la baja. Todo ello genera unos resultados negativos coyunturales en varias firmas vascas. Además, aunque las perspectivas a medio plazo siguen siendo de incremento de la demanda mundial del sector oil&gas y de recuperación de los precios del crudo, a corto plazo las perspectivas no son las mejores. El posible acuerdo entre Estados Unidos e Irán sobre el tratado de no proliferación de armas nucleares levantará el embargo comercial a Teherán y ello tampoco augura la recuperación del precio del petróleo. En 2012, el país persa exportaba 2,5 millones de barriles de petróleo al día, cifra que ha quedado reducida a causa de las sanciones a los 1,1 millones de barriles. Según la Agencia Internacional de la Energía, su máxima capacidad de producción podría subir en solo un trimestre a los 3,6 millones de barriles, aumento de oferta que no ayuda a vislumbrar un alza de precios del petróleo.
ERE en plantas alavesas En esta coyuntura, Tubacex no descarta la posibilidad de aplicar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en sus plantas en Araba, si bien dependerá de la evolución de los pedidos que reciba la compañía fabricante de tubos de acero sin soldadura en los próximos meses, según señaló ayer su consejero delegado, Jesús Esmorís, en una conferencia sobre internacionalización organizada por Adype, la asociación de directivos de Euskadi, en Bilbao.
Esmorís señaló que la empresa se vio sorprendida por la brusca caída del precio del petróleo a finales del año pasado y “por la magnitud” de esa bajada.
La compañía que ya tiene experiencia de otras crisis anteriores y que se mueve en un negocio cíclico ha adoptado “medidas a corto plazo” para reducir costes y aunque no se ha paralizado ninguna inversión estratégica, “está cuidando mucho la caja” y el capital circulante. El máximo responsable de la gestión de Tubacex afirmó que también se han tomado medidas en cuando al personal del grupo en todo el mundo, “aunque sin hacer demasiada sangre”.
El fabricante siderúrgico alavés Tubacex ya ha aplicado un ERE en su planta italiana y un “semi ERE” en la filial austriaca SBER, y aunque Esmorís confía en no tener que hacerlo en las plantas vascas, si bien no lo descarta, afirmó que esa posibilidad dependerá de cómo evolucionen los pedidos tras el verano.
En situación bien distinta están otros sectores industriales vascos para lo que los menores precios de los carburantes y de la energía, así como la mejoría económica general, están ayudando a crecer, caso por ejemplo de los de automoción, con la producción de automóviles al alza, aeronáutico, con un aumento del tráfico aéreo importante y perspectivas positivas en medio mundo con el continente asiático a la cabeza, o máquina herramienta.