madrid - Poner la lavadora a funcionar un lunes por la mañana no es la mejor opción si se quiere ahorrar dinero en el recibo de la luz pues con la entrada en vigor, hoy 1 de julio, de la nueva tarifa eléctrica que varía el precio de la energía eléctrica en cada hora de la jornada, el consumir en las horas punta, normalmente los días laborables por la mañana, será, en general, más oneroso que hacerlo a partir de la medianoche, según todas los estudios del sector.

El nuevo mecanismo de facturación horaria del consumo eléctrico entra hoy en vigor pero sólo estará disponible para los cerca de 10 millones de usuarios del Estado español que disponen ya de un contador eléctrico inteligente teleconectado, si bien las compañías eléctricas cuentan con un plazo de adaptación hasta el 1 de octubre para empezar a aplicarlo de forma obligatoria.

Conforme al nuevo sistema, las compañías elaborarán las facturas eléctricas en función del consumo realizado por los usuarios en cada hora del día y del precio que marque en cada franja horaria el mercado mayorista de electricidad.

Los usuarios podrán conocer el precio de la luz en la jornada un día antes, a partir de las 8.30 horas de la tarde, en la página web de la compañía Red Eléctrica de España (REE). Asimismo, tanto las compañías eléctricas como la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) publicarán en Internet los precios horarios.

En cualquier caso, solo contarán con esta modalidad los consumidores que dispongan de contadores eléctricos inteligentes ya teleconectados y con potencias contratadas inferiores a 10 kilovatios hora (kWh), como son la mayoría de los clientes domésticos y pymes, y que estén acogidos a la tarifa regulada, el denominado Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC), la más extendida, al que están suscritos unos 16 millones de clientes en el conjunto del Estado español.

Con las nuevas tarifas eléctricas el precio de mercado no será fijo y dependerá no solo de la mayor o menor demanda, sino también del tipo de centrales eléctricas de generación que estén funcionando en cada momento. Y esto está relacionado en buena parte con la meteorología. A más viento y más lluvia, en invierno por ejemplo, los precios de la electricidad serán más bajos pues es posible una gran producción por vía eólica e hidráulica. Ello hace que no sea necesario poner en marcha las más caras centrales de ciclo combinado a gas o las térmicas de carbón.

Lógicamente, en los fines de semana, con mucha menor actividad laboral, y por tanto con menor demanda de consumo, la electricidad es, de media, un 7% más barata que durante el resto de los días laborables y el domingo es el día que ofrece mejores precios, de media un 9% inferiores a los de la semana. El domingo sería un buen día para lavar la ropa pues es muy probable el poder contar con un coste menor de la energía

Con todo, las diferencias de tarifas pueden ser muy elevadas en un mismo día en función de circunstancias meteorológicas como aconteció el octubre de 2014, cuando el precio de la hora más cara se situó más del cien por cien más elevado que el más barato de la jornada.

En cuanto a los contadores inteligentes, el plan de sustitución de estos aparatos prevé que en 2018 todos los contadores (unos 27 millones de aparatos) hayan sido sustituidos. De hecho, el número de contadores digitales instalados rondaba a cierre de 2014 los 14 millones, de los que unos 10 millones están telegestionados.

Dichas cifras cumplen con los objetivos incluidos en el plan de renovación de los contadores, una iniciativa tecnológica en la que Euskadi, y el Estado español, es pionero, pues un 35% estaban sustituidos a finales de 2014, de forma que a finales de 2016 se llegue al 70% y el 30% restante estará disponible a fin de 2018.

Mediante el uso de estos aparatos los usuarios, según el ministro español de Industria, José Manuel Soria, podrán gestionar de forma más eficiente su consumo eléctrico al conocer con antelación las horas con un precio menor. Los precios más bajos serán habitualmente entre las 3 horas de la madrugada y las 8 horas de la mañana y los más altos durante la jornada laboral y entre las 9 horas de la noche y la medianoche, según las asociaciones de consumidores.

A través del nuevo sistema se calculará el coste de la energía del recibo de la luz, que supone solo el 37% del total, pues luego hay que sumar los impuestos (25%) y los peajes y costes regulados del sistema de transporte y distribución.

En cualquier caso, el PVPC también ofrece otras alternativas de contratación a los consumidores, por ejemplo un tipo de tarifa plana, con un precio fijo del kilovatio hora para un año entero, pero que resulta más caro por la garantía de precio que ofrece, o un acuerdo bilateral con la compañía conforme a las condiciones pactadas. Mientras tanto, los consumidores se enfrentarán hoy a un nuevo sistema de tarifas tras un incremento del precio de la electricidad en junio de más del 5% respecto al mes anterior, según Facua.