san petesburgo - La ciudad de San Petersburgo clausuró ayer el Foro Económico Internacional (SPIEF), el mayor evento empresarial de Rusia, que reunió a más de 5.000 empresarios y contó con la presencia del viceprimer ministro del país, Serguéi Prijodko. La cita estuvo marcada por las sanciones que la Unión Europea y Estados Unidos mantienen impuestas sobre Moscú y por el estrechamiento de las relaciones entre el país y sus socios del Este asiático.
Estas dos cuestiones, sumadas a la fuerte caída que han experimentado los precios energéticos y la depreciación del rublo, han llevado a la economía del país a una recesión que, según las previsiones de su banco central, acabará este año con un descenso del PIB de alrededor del 3,2%.
En las tres jornadas de debate los ponentes discutieron sobre las relaciones entre Moscú y Bruselas, la necesidad de la diversificación energética o las nuevas tecnologías. Otro asunto de relevancia fue la gestión urbanística y las reformas en el mercado inmobiliario que está llevando a cabo el país para atraer inversores extranjeros.
El precio del suelo en Moscú ha experimentado un gran encarecimiento en la última década, aunque aún se mantiene más bajo que en capitales como Roma, París o Londres, donde el metro cuadrado es cuatro veces más caro.
En una de las mesas redondas dedicadas a este asunto, el vicepresidente global de KPMG y presidente de la firma en la región de EMA (Europa, Oriente Medio y África), John Scott, resaltó la necesidad de que se gestione el suelo de manera productiva para la sociedad, el desarrollo urbanístico y la agricultura. Por ello, Rusia ha abordado desde el año 2000 importantes reformas en el ámbito inmobiliario y el pasado ejercicio Moscú adoptó dos nuevas leyes dirigidas a mejorar los procedimientos para la cesión de terrenos públicos a proyectos inmobiliarios y aquellos relacionados con los embargos de terreno por parte de autoridades estatales y regionales. - E.P.