DONOSTIA - El ministro español de Economía, Luis de Guindos, se refirió ayer a la normativa en la que trabaja el Banco de España que podría acabar con el modelo de propiedad de Kutxabank, ese en el que las fundaciones bancarias, antiguas cajas, poseen el 100% de las acciones de un banco. Según explicó muy brevemente el ministro, al Banco Central Europeo “no le gustaba nada que el accionista fuera una fundación, y estableció una serie de incentivos” para abrir el capital a nuevos socios.
De Guindos fue muy parco en palabras y se limitó a añadir que confía en que se alcanzará un “acuerdo satisfactorio para todas las partes”, en el marco del I Foro Empresarial de Gipuzkoa, organizado por PwC, El Diario Vasco y Laboral Kutxa.
El ministro dio a entender que las partes están dialogando. Las autoridades bancarias europeas desde la caída de Bankia no ven con buenos ojos el modelo de cajas de ahorros español y tampoco les satisface que tres antiguas cajas posean el 100% de las acciones de un banco. Pero Kutxabank demostró en los pasados test de estrés de 2014 que es el banco más solvente del Estado, lo que refuerza su argumento de ser competitivo y solvente con su modelo actual. Las antiguas cajas mantienen contactos con los reguladores, tanto europeos como del Banco de España, para poner en valor las virtudes de la entidad que comparten y evitar, en lo posible, un futuro en el que no controlen el banco.
Vital, Kutxa, BBK y también Kutxabank, se mantienen a la espera de que el Banco de España dé luz verde a su circular, sin fecha prevista para ello. Ese texto establecerá los futuros retos que marcarán el futuro más inmediato de las fundaciones, y por ende el de las respectivas obras sociales que promueven. Su publicación se ha ido retrasando y se da por seguro que se está trabajando internamente para salvar posibles obstáculos en el camino de las antiguas cajas de ahorro que poseen un buen porcentaje de acciones en los respectivos bancos que crearon: además de Kutxabank, Caixabank, Ibercaja o Unicaja.
Fuentes de DNA confirman que tanto las fundaciones bancarias como la propia Kutxabank mantienen un contacto regular con el Banco de España y que las reuniones son continuas. La circular y sus medidas también son tratados con asiduidad, La pasada semana algunos medios se hicieron eco de uno de esos encuentros, finalmente aplazado sin fecha, pero que fuentes de este diario enmarcan en esa normalidad.
Las antiguas cajas vascas confían desde el principio en que las medidas que finalmente imponga la circular sean asumibles y que la obligación de dotar un fondo de reserva no afecte a la obra social de ninguna. Para ello presentaron alegaciones, todavía sin respuesta oficial.
En el caso de las entidades vascas, el mayor quebradero de cabeza lo propicia el principio de concertación que el borrador les atribuía y al que han presentado alegaciones. Exponen que actúan de forma independiente y que no cabe por lo tanto ese principio de concertación. Principio que, entre otras cuestiones, podría obligar a las tres fundaciones bancarias de la CAV a dotar un fondo de reserva común que tendría un tamaño comprometedor para las respectivas obras sociales.
Los tres accionistas de Kutxabank tendrían que guardar en un cajón una fuerte suma con la que afrontar posibles problemas futuros sin poder destinarla a la obra social. Según los cálculos estimados la cifra a dotar por las fundaciones bancarias, y nunca por el banco, ascendería a más de 700 millones de euros.
Acomodo al consejero delegado Por otro lado, el consejo de administración de Kutxabank aprobará mañana, en su reunión ordinaria, el cambio de estatutos necesario para dar cabida a la figura de número dos, que el banco incorporará previsiblemente en mayo, así como las modificaciones en el reglamento del consejo para regular las futuras competencias de ese consejero delegado.
Previsiblemente no será hasta la reunión del próximo mes, el último jueves de mayo, cuando se proponga el nombramiento, aunque incluso podría retrasarse, según fuentes conocedoras del proceso. Son varios los nombres que en las últimas semanas han sonado para ese puesto, hasta ahora inédito en el banco. DNA está en condiciones de informar que esa figura surgirá de dentro de la entidad. Entre los nombres que más suenan destaca Javier García Lurueña, actual responsable de la dirección general adjunta de Control y Auditoría Interna.