madrid - La necesidad de buscar el empleo que no encuentran en casa está detrás de gran parte de los viajes de los 3.957 vascos que decidieron abandonar Euskadi el año pasado. Cada emigrante lleva una razón en su maleta, pero muchos de ellos coinciden en perseguir un futuro mejor, y la crisis ha recortado las expectativas en su entorno habitual.
En enero del año pasado había 80.297 vascos residiendo en el extranjero, según los datos hechos públicos ayer por el Instituto Nacional de Estadística. De ellos, la mayoría -casi 49.500- eran ciudadanos extranjeros nacionalizados, personas que, en muchos casos, han vuelto a su lugar de nacimiento ante la escasez de oportunidades y que se han llevado consigo a sus hijos nacidos aquí.
De hecho, del total -nativos y forasteros- de los emigrantes vascos en el extranjero casi 17.500 son menores, y de ellos 12.870 son niños. También hay personas en edad de jubilación, algo más de 15.000. Sin embargo, la mayoría, casi 47.700, tienen entre 20 y 64 años. Están en principio activos para trabajar, aunque habrá muchos casos de jóvenes completando su formación.
El incremento el año pasado en casi 4.000 personas de la inmigración de vascos es la más baja de toda la serie histórica del INE, que no tiene gran recorrido, se remonta a 2009. Sin embargo, es la más alta entre los ciudadanos nacidos en Euskadi. En concreto, 1.040 nativos abandonaron Euskadi en 2014. Una cifra que es muy similar a la de 2013, en la que se contabilizaron 997 y confirma una tendencia iniciada en 2012 con en torno a 900 imigraciones anuales.
El contraste más claro se produce en relación a 2010, cuando apenas cruzaron las fronteras 426 vascos nacidos en la CAV. Todo lo contrario ocurre con los extranjeros nacionalizados. Apenas 2.917 personas en esas circunstancias se marcharon el año pasado, la cifra más baja de la seria y algo más de 1.560 menos que el récord de 2011. Por herrialdes, las fugas de Araba han sido más intensas los últimos años. También en 2014, cuando se incrementó la emigración en un 8%, tres puntos más que la media de la CAV.
En el caso del Estado español, el año pasado se marcharon casi 125.000 personas fuera y ya hay 2,2 millones de ciudadanos residiendo en el extranjero. Más de 710.000 españoles han abandonado el país desde 2009, a un ritmo de 118.500 personas al año.
La mayoría de los vascos residentes fuera viven en Francia (14.300) y le sigue muy de cerca Argentina (12.338). Sólo 3.184 vascos se han trasladado a Alemania pese a su identificación como destino de grandes oportunidades laborales. El idioma hace más atractivos países como México, Venezuela o Chile y más 42.600 vascos viven en Latinoamérica. - A.D.M.