MADRID. Dentro de la actual senda bajista de precios, iniciada a mediados del pasado año, el diésel y la gasolina llegaron a costar un mínimo medio de 1,057 euros y 1,117 euros el litro, respectivamente.

En ese momento, el llenado de un depósito medio de gasóleo de 50 litros costaba unos 52,85 euros, un importe que se ha incrementado hasta los 58,55 euros actuales, 5,7 euros más.

De la misma manera, el llenado de un depósito de gasolina de 95 octanos ha pasado de los 55,85 euros de mediados de enero a los 61,85 euros de esta semana, 6 euros más.

Como ejemplo de esta presión alcista, los datos recogidos por el Ministerio de Industria muestran que en estos momentos solo hay doce gasolineras que venden el diésel a menos de un euro en la Península y Baleares -Canarias, Ceuta y Melilla tienen una fiscalidad diferente-, cuando llegaron a rondar el millar en las semanas de menores precios.

En concreto, estas estaciones de servicio están en Zaragoza (Valanera y Cubel), Teruel (La Codoñera, Teruel y La Portellada), Murcia (San Javier), Gerona (Banyoles y La Bisbal d'Empordà), Córdoba (Castil de Campos), Badajoz (La Albuera), Jaén (Martos) y Valencia (Carcaixent).

La mayor parte de estas gasolineras se corresponden con estaciones de servicio independientes, que son las que normalmente ofrecen los precios más bajos como corrobora mensualmente la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en su informe de distribución minorista de carburantes.

El precio de venta también varía por zonas geográficas, ya que existen distintos grados de competencia y presión fiscal. Algunas comunidades autónomas no tienen tramo autonómico del impuesto de hidrocarburos -País Vasco, Navarra, Aragón, Cantabria y La Rioja- y otras dos -Asturias y Madrid- tienen un tipo más bajo que las demás.

Esta diferencia arroja precios más bajos en estas comunidades autónomas, aunque en ocasiones los empresarios aprovechan para elevar su beneficio, como ha alertado en varias ocasiones la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia (CNMC).

Los precios de la gasolina y el gasóleo marcaron su máximo histórico en septiembre de 2012, cuando llegaron a 1,52 euros y 1,45 euros, respectivamente. Desde entonces, bajaron ligeramente aunque se mantuvieron relativamente altos hasta el verano de 2014.

A partir de entonces, el desplome de la cotización internacional del crudo arrastró los precios a la baja, con un abaratamiento a lo largo del segundo semestre del pasado año del 16 %, en el caso de la gasolina, y del 14 %, en el del gasóleo.

En esos meses, el barril de crudo de Brent pasó de costar más de 100 dólares a menos de 50 dólares, afectado por un exceso de demanda tras la entrada en el mercado de nueva producción procedente de hidrocarburos no convencionales en Estados Unidos y la negativa de la OPEP a reducir su producción.

Sin embargo, a pesar de que la situación no ha cambiado significativamente, el precio del crudo se ha recuperado hasta situarse en torno a los 60 dólares el barril.

En línea con esto, 2015 comenzó ahondando en la rebaja de los carburantes, hasta marcar sus mínimos a mediados de enero, aunque desde entonces ha vuelto a repuntar y suma ya seis semanas al alza.