gasteiz - El consejero de Empleo y Asuntos Sociales, Ángel Toña, heredó de su antecesor, Juan Mari Aburto, una Mesa de Diálogo Social con el motor en marcha pero con los asientos reservados para ELA y LAB vacíos. Su objetivo será, por ello, subir a ambas centrales vascas a bordo del foro donde Gobierno, patronal y sindicatos trazan las políticas laborales; aunque, eso sí, en caso de que las conversaciones con estas centrales iniciadas la semana pasada no lleguen a buen puerto, aseguró que la Mesa seguirá su andadura y buscará en su próxima convocatoria el acuerdo entre las diferentes partes presentes para pasar de los “acuerdos generalistas” actuales a pactos “concretos” y “de calado”.
En su primera comparecencia pública tras el aval de la comisión ética que garantizó el pasado viernes su continuidad en el Gobierno Vasco, Toña dejó patente su intención de imprimir en el escenario político-económico al que ahora se enfrenta la misma visión pragmática que ha defendido durante su trayectoria profesional como mediador en conflictos laborales.
Y con este objetivo se reunió a lo largo de la semana pasada con los sindicatos ELA, CCOO, LAB, UGT y la patronal vasca que representa Confebask. Los encuentros, que se desarrollaron con “naturalidad” y “cordialidad”, permitieron al consejero constatar las “diferencias” que existen entre las demandas de los diferentes agentes implicados, diversas visiones “difíciles de alinear”, en opinión del titular de Empleo, que no alteran el objetivo fijado por Toña para la próxima convocatoria de la Mesa: fijar el modelo de relaciones laborales y desbloquear la negociación colectiva.
Comisiones de trabajo Consciente de las dificultades que entraña esta ambiciosa empresa, Toña instó a las diferentes comisiones de trabajo creadas para agilizar los procesos a activar sin demora todos los mecanismos necesarios de cara a allanar el camino de la consecución de estas “cuestiones de calado”.
Visiblemente nervioso en su debut en Lehendakaritza junto al portavoz del Ejecutivo autonómico, Josu Erkoreka, en una rueda de prensa destinada a desgranar los acuerdos del Consejo de Gobierno, el consejero reconoció que su inicio al frente de este Departamento “no ha sido normal”. No obstante, aseguró que pese a comenzar su trabajo en Lakua sin conocer cuál sería el veredicto de la comisión ética sobre su continuidad en el Gabinete Urkullu, desde un principio se esmero en “normalizar” su trabajo para dar cumplida respuesta a la tarea encomendada por el lehendakari.
Toña volvía ayer a una sala de prensa once días después de que aprovechara su presencia en el Pleno del Parlamento Vasco para convocar a los periodistas que siguen la actividad de esta institución. En este improvisado encuentro, el dirigente vizcaíno asumió ante los medios de comunicación el “daño causado” a Urkullu por no haberle comunicado la decisión de la Audiencia de Bizkaia de inhabilitarle durante 18 meses como administrador concursal. Toña, que tuvo constancia de este fallo un día antes de ser nombrado consejero, aseguró entonces que puso la información a disposición de unos “expertos” que no consideraron relevante la relación que pudiera tener la decisión judicial con el nuevo proyecto profesional que se disponía a afrontar en el Gobierno Vasco.
El consejero retomará su exposición pública este viernes en el Pleno de control del Parlamento Vasco para dar respuesta a dos preguntas del PP relacionadas con el inicio de su actividad en el Ejecutivo.