bilbao - ELA denunció ayer que el nuevo empleo que se creó en Euskal Herria en 2014, un total de 7.500 puestos, fue en su mayoría temporal y a tiempo parcial. Según el sindicato, este avance de la precariedad afecta especialmente a las mujeres, que acceden en mayor medida a actividades ligadas a los trabajos por horas como el servicio doméstico o el comercio y concentran más del 80% de los nuevos contratos parciales. ELA también llamó la atención sobre el descenso del gasto público en prestaciones, que mantiene a más del 55% de los parados de la CAV y Nafarroa sin ningún tipo de paga del ministerio de Empleo.
El secretario general de ELA, Adolfo Txiki Muñoz, compareció ayer junto a Mikel Noval e Iñaki Zabaleta para hacer un balance de la evolución del empleo el año pasado, en el que creció la ocupación por primera vez en la crisis, lo que ha generado lecturas optimistas de cara a 2015 por parte de agentes políticos y empresariales. Para la central abertzale, en cambio, “el mantra de la recuperación” es “una falacia”.
Muñoz indicó que las reformas de los últimos años se han hecho con el objetivo de destruir empleo y favorecer la precariedad, algo que a su juicio han conseguido, y recordó que durante la crisis ha aumentado el paro en más de 100.000 personas en la CAV y Nafarroa. El primer repunte de la ocupación en 2014 está asentado en los nuevos modelos de contratos precarios que se han impulsado desde Madrid.
En este sentido, Muñoz rebajó el optimismo de las cifras de afiliación a la Seguridad Social, que arrojan un incremento de 12.000 trabajadores en la CAV y de más de 5.000 en Nafarroa en 2014, al recordar que una misma persona que suscribe cuatro contratos breves en un mes figura como cuatro altas al sistema. Así, ELA deja la mejoría del empleo en 2014 en valores más bajos -en concreto en 2.500 nuevos trabajadores en la CAV y 5.000 en Nafarroa, tal y como estima el INE-, con 23.700 empleos menos a jornada completa y un incremento de los puestos por horas de 30.700. Prácticamente la totalidad del nuevo empleo es, por tanto, a jornada parcial, con la precariedad y la escasa retribución que ello conlleva.
El avance de la parcialidad, que afecta ya a casi uno de cada cinco empleos en Euskal Herria, se ceba sobre las mujeres, que son las que están accediendo al nuevo empleo que se crea, aun muy dependiente de los sectores que requieren menores inversiones para contratar. Así, en el último año hay 25.000 mujeres más con un empleo a tiempo parcial, si bien este tipo de contratos también aumenta entre los hombres y, por grupos de edad, especialmente entre los jóvenes. Más del 93% de los nuevos empleos fueron temporales, también con mayor afección sobre la mujer, que concentra el 58,5% del total del empleo eventual.
“La precariedad no es consecuencia de un agente meteorológico, es lo que se ha querido, es lo que se ha potenciado con las reformas. A la clase política le importa un bledo que el empleo se pierda y que el empleo que surja sea tremendamente miserable y precario”, dijo Muñoz, que añadió que “estamos ante una mutación acelerada de la realidad laboral”. “No nos vamos a tragar el mantra del crecimiento”.
El líder de ELA también denunció “la opacidad” de las haciendas vascas por no facilitar datos sobre salarios, y les acusó de ser “cómplices” de unas políticas que “están creando una sociedad que camina hacia una mayor desigualdad”.
menor cobertura Los dirigentes de ELA denunciaron la situación de desamparo en la que viven muchos desempleados, por una parte por el aumento del paro de larga duración, que hace que se consuma el ciclo de ayudas, y por otro por los bajos salarios, que conllevan pagas públicas también muy escasas. Los datos del ministerio de Empleo revelan una caída de 86 millones en el gasto en desempleo en Nafarroa, y de más de 220 millones en la CAV entre 2013 y 2014.
Así, un 55,3% de los parados vascos no cobra nada del desempleo, “por lo que el nivel de desprotección social es absoluto para estas personas”, señaló Noval, quien precisó que las prestaciones contributivas, en general de mayor cuantía, solo alcanzan a uno de cada cuatro.
El responsable del área social advirtió de que la situación es cada vez más difícil y aseguró que “el problema no es si la economía crece un poquito más o un poquito menos, sino el reparto de la riqueza y la sostenibilidad”. Noval reclamó asimismo que se den marcha atrás a los recortes en la RGI y que se mejore la cobertura y la cuantía de esta ayuda.