Bilbao - Bisoñez, error de cálculo, orgullo profesional... solo Ángel Toña sabe la razón por la que no comunicó al lehendakari la sentencia judicial que le inhabilita durante 18 meses como administrador concursal. Ni Iñigo Urkullu ni el ya exconsejero de Empleo Juan María Aburto tenían conocimiento de ello hasta que ayer saltó la noticia y lo confirmaron por boca del afectado en la reunión que mantuvieron durante la mañana. Fue una mañana tensa para el equipo de Urkullu, con continuas llamadas telefónicas y explicaciones, mientras desde los medios de comunicación salían numerosas reacciones y críticas.
Fuentes conocedoras de la reunión señalan que el lehendakari no se dejó llevar por la presión y los impulsos y prefirió esperar hasta hablar con el nuevo consejero. El jefe del Ejecutivo de Gasteiz reprobó a Toña pasar por alto una incidencia de tal calibre que hizo temblar las paredes de Lehendakaritza. Toña recibió la comunicación del juzgado el pasado miércoles, al día siguiente el Gobierno Vasco anunció su nombre como sustituto de Aburto al frente del departamento de Empleo y ayer se hizo público desde fuera el fallo judicial. Todo en una semana.
Tras las explicaciones, Urkullu reiteró al consejero la confianza depositada en él desde que hace más de un mes cerraron el fichaje mantenido en secreto hasta la semana pasada, y subrayó su capacitación para los objetivos asignados al frente de la consejería de Empleo y Políticas Sociales.
Esclarecido el asunto al lehendakari, Toña ofreció aclaraciones a la opinión pública a través de un comunicado en el que indica que la resolución de la Audiencia Provincial de Bizkaia es una decisión de carácter mercantil y, al no ser una sentencia penal, “no se puede hablar de condena”. Asimismo explica que el proceso concursal referido se inició en el año 2007 y que en todo momento la labor de los administradores concursales que participaron en el concurso fue “priorizar la continuidad de la empresa y el mantenimiento de los puestos de trabajo”. Toña asegura que se trata de una práctica habitual en la administración concursal. “Así se ha obrado en este caso y así ha sido reconocido por los propios representantes de los trabajadores”, subraya, para a continuación precisar que se ha realizado “el pago de los salarios de los trabajadores”.
Por último, el nuevo consejero avanzó que pone en conocimiento de la Comisión del Código ético toda la información “que permita adoptar una decisión a la mayor brevedad posible” sobre su continuidad en el cargo.
En el Código ético se exige “ejemplaridad” a todos los cargos y se señala que la Comisión Ética Pública será la encargada de emitir una recomendación en el caso de que algún representante de la Administración esté inmerso en un hecho de “singular relevancia pública”. En otro punto, señala que la imputación de los cargos públicos y asimilados en cualquier proceso penal o administrativo sancionador, derivada de hechos vinculados al ejercicio de las funciones públicas de su cargo o por acciones de singular relevancia pública, se elevarán a la Comisión de Ética Pública para que emita la recomendación que estime oportuna en cada caso.
Ejemplaridad. El Código ético emitirá una recomendación sobre la exigencia de ejemplaridad cuando el afectado esté inmerso en un hecho de “singular relevancia pública”..
Imputados. También señala que la imputación de los cargos públicos y asimilados en cualquier proceso penal o administrativo sancionador, derivada de hechos ligados al ejercicio de su cargo se elevarán a la Comisión ética para que emita una recomendación.