Bruselas - Los precios no remontan su tendencia y la eurozona vivió en diciembre, por primera vez en cinco años, una rebaja general. La tasa de inflación interanual se situó en el -0,2%, según confirmó ayer la agencia comunitaria de estadística, Eurostat. El principal motivo que se esconde detrás de la rebaja es la bajada de precios de los combustibles, como consecuencia de la caída del coste del petróleo. Causas al margen, la realidad parece abocar al Banco Central Europeo a tomar medidas más contundentes para lograr que los precios vuelvan a crecer y además se acerquen a su objetivo, un crecimiento inflacionario cercano al 2%.
La rebaja del petróleo condicionará de forma notable el desarrollo de la inflación a corto plazo en Europa, y por ende, la zona euro. Ello alejará de forma más notable a la eurozona del objetivo marcado por el BCE. Los precios no acaban de crecer en Europa, aunque su comportamiento es muy diferente en los diferentes países miembros. Los más golpeados por la crisis y las medidas aplicadas, como España o Grecia, han anotado tasas interanuales negativas en los últimos meses, realidad que ahora se ha trasladado a la tasa común.
Técnicamente la tasa negativa supone una deflación, aunque el término se refiere especialmente a la espiral negativa que una rebaja de precios constante acarrearía. Ante una expectativa de una caída prolongada de precios y una merma de los salarios, los hogares podrían retrasar los gastos, lo que empeoraría la situación, tanto en lo que a consumo o inflación se refiere como al crecimiento o los salarios.
La eurozona afronta ese riesgo, porque aunque la situación no sea tan grave, los precios no acaban de despegar. El propio presidente del BCE, Mario Draghi, señaló recientemente en una entrevista con el diario económico alemán Handelsblatt que el riesgo de una deflación “no puede ser descartado completamente” aunque añadió que “es limitado”. Tampoco desde la Comisión Europea quisieron ayer elevar las alertas, que ya están encendidas. “Una inflación temporalmente negativa es algo obviamente distinto de la deflación, que requiere una caída general del nivel de precios que se autoperpetúa”, explicó al respecto la portavoz de Asuntos Económicos de la CE, Annika Breidhardt, quién en todo caso, advirtió de que el bajo nivel de precios continuará a “corto plazo”.
Según la portavoz, “la CE continúa pensando que la débil producción y los débiles precios de materias primas seguirán lastrando a la baja la inflación a corto plazo, pero a medida que la actividad económica gane gradualmente fuerza y los salarios aumenten, la inflación debería subir de nuevo”.
Petróleo Que el precio del barril de petróleo se haya rebajado hasta los 50 dólares por barril explica por qué la inflación de toda la zona euro se ha teñido de rojo. Según Eurostat, se trata de la primera tasa negativa desde octubre de 2009, cuando los precios bajaron un 0,1%, y del mayor descenso desde septiembre de ese año, cuando la tasa marcó el -0,3%.
Según los datos de la agencia estadística, el descenso de precios más pronunciado se produjo en diciembre en el apartado dedicado a la energía, que se rebajó el 6,3% en los países del euro, que entonces eran 18 -19 ahora con la suma e Lituania este mes-. En noviembre, la rebaja de precios de esta área fue del 2,6%. Es más, si se excluye la energía, la inflación interanual sería del 0,6% en diciembre, estable en relación con el mes anterior. Ese mes de noviembre la inflación se situaba en terreno positivo con un leve alza del 0,3%. En diciembre de 2013, la tasa interanual de inflación se situaba todavía en el 0,8%.
Precios. La eurozona registró en diciembre una tasa negativa en su inflación, cinco años después. Los precios se desplomaron un -0,2% con respecto a un año antes. Y eso que el valor de los alimentos, el alcohol y el tabaco se mantuvo constante en diciembre.
Petróleo. La inflación de la zona euro se ha visto arrastrada por el descenso en los precios de la energía, del 6,3%. Detrás de ello está el fuerte derrumbe del precio del petróleo en las últimas semanas, que ha traído consigo un considerable abaratamiento de los combustibles.
A la baja. La tendencia iniciada por el crudo podría continuar. Un informe de Bank of America Merrill Lynch advirtió ayer de que el barril de Brent podría bajar de los 40 dólares y el de West Texas de los 35 por el estancamiento de la demanda y el aumento de las reservas. Lo que abarataría aún más el precio de los combustibles.
1,18
Las presiones deflacionistas hundieron ayer al euro. Si hace una semana se pagaban 1,21 dólares por euro, ayer se desinfló hasta los 1,181 dólares. La marca supone un nuevo mínimo en los últimos nueve años.