GASTEIZ - La economía vasca muestra mejor cara y entra en 2015 pisando un terreno con más luces que sombras. La mayoría de los índices espejo de la actividad productiva han mejorado en 2014, mientras que los datos que no han conseguido remontar han frenado su caída. El año que acaba de arrancar permitirá consolidar la recuperación, coinciden todas las previsiones. Las más optimistas pronostican un crecimiento del PIB cercano al 2%, el umbral que permite generar empleo. Sin embargo, queda mucho para que los nuevos puestos de trabajo sean de calidad y todavía más para acercarse a los niveles de paro previos a la crisis.

Entre noviembre de 2007 y noviembre de 2014 el desempleo ha aumentado en Euskadi en casi 100.000 personas y el número de inscritos en Lanbide a 31 de diciembre será muy similar al cierre de 2013, en torno a 167.300 o, en el peor de los casos, ligeramente superior.

Sin embargo, la afiliación a la Seguridad Social aumentó en el conjunto del año. A falta del dato de diciembre, en los últimos doces meses se han creado en torno a 10.000 empleos. Una cifra muy baja, pero que confirma que poco a poco se gana terreno a la crisis y que la recuperación se instala definitivamente.

De hecho, el consejero de Empleo, Juan Mari Aburto, sostiene que el comportamiento del paro registrado es reflejo de la mejoría de la economía, porque los ciudadanos perciben que la situación es más favorable para encontrar empleo y se vuelven a inscribir en Lanbide.

precariedad laboral Otra cuestión es la calidad de los puestos de trabajo que se generen los próximos meses. Confebask reconoce que de momento las contrataciones no serán muy sólidas y que habrá que esperar hasta que la economía se recupere definitivamente para dar ese paso. Todo apunta a que se perderá otro año y que la precariedad laboral y la temporalidad seguirán instaladas en el sistema productivo. El pasado 2014, mes a mes, algo más del 90% de los contratos firmados en la CAV tenía fecha de caducidad.

A eso hay que unir que la subida salarial media de los trabajadores vascos con convenio, un 0,5% hasta noviembre, no permitirá muchas alegrías. El consuelo será que la bajada de la inflación en el conjunto del año supondrá una erosión menor para los bolsillos de la familias, aunque no cabe hablar de un aumento real del poder adquisitivo. Tampoco en el caso de los pensionistas, que tendrán una subida residual del 0,25% este año, el mínimo legal.

El lehendakari insistió en su mensaje de fin de año en que la recuperación de la economía será gradual. Estará ligada además a cuestiones fuera de control, como el precio del petróleo, el valor del euro o los conflictos bélicos que han elevado los precios de las materias primas.

De momento, soplan vientos positivos en esas variables. Las exportaciones vascas están repuntando gracias al descenso del euro, que hace que los productos sean más atractivo fuera de la eurozona, mientras que la bajada del precio de la energía abarata los costes de la producción. Si la situación se mantiene y las locomotoras europeas acompañan, el PIB de Euskadi podría crecer incluso por encima del 2% este año.

Bajando al detalle, la industria liderará la economía con un empuje del 2,5%, y los servicios aportarán en torno a un 2%, según los cálculos de los empresarios vascos. En el caso del sector industrial se duplicará el ritmo de crecimiento, ya que hasta el último dato conocido, el de octubre, el Índice de Producción de las fábricas avanzaba al 1,2%.

En cuanto al sector servicios, el bloqueo del consumo sigue haciendo mella en el segmento comercial. Las ventas en las grandes superficies bajaron un 5,7% en noviembre, mientras que apenas subió un 0,5% en la tiendas minoristas.

No obstante, el sector más rezagado es la construcción que bajará un 0,5% este año -según Confebask- y se acercará a zona de recuperación tras caer en torno a un 5% en 2014. La agricultura, el sector con menor aportación al PIB, retrocedía en el tercer trimestre de 2014 un 3,3% y buscará la luz del final del túnel este año.