Vitoria - “Una persona mayor aporta a la organización empresarial, además de experiencia, sensatez y madurez, algo que no se debiera desperdiciar”, apunta la responsable de la Fundación Adecco en Euskadi. “En las empresas debe de haber pluralidad, como en la sociedad; es fundamental para dar una respuesta adecuada a los imperativos del entorno”, asegura. Montse Izaguirre. “Las empresas deben prepararse a que las plantillas las conformen trabajadores de 65 años con menores de 30. Una convivencia que no tiene porqué ser conflictiva; todo lo contrario, hay que verlo como un valor seguro que se convierte en una ventaja competitiva”, añade.

¿Qué aspectos se posicionan en el marco de la RSC?

-Uno es la extensión de la responsabilidad a toda la cadena de valor. Colaborar solo con proveedores que acrediten unos mínimos de responsabilidad. A pesar de la importancia de la RSC, solo un 6% de las empresas destaca que potenciará el sistema de homologación en 2015. Además, no debe estar solo de puertas para adentro, sino en las relaciones con el exterior.

El gran reto del Estado sigue siendo la conciliación.

-Las empresas deben superar la creencia de que ésta va en detrimento de la productividad, apostando por ella, pues evita tiempos muertos y estrés, facilitando que los trabajadores den lo mejor de sí mismos.

¿El voluntariado corporativo será otro de los grandes aliados para que las empresas desarrollen sus políticas de diversidad?

-Sí. Es la mejor herramienta para que los empleados den lo mejor de sí mismos, contribuyendo a la formación de las personas que más lo necesitan, por ejemplo, con discapacidad, a la vez que se eliminan barreras y estereotipos.

¿Los beneficios sociales serán estratégicos para las empresas que quieran ser punteras en RSE?

-Éstos se traducen en incentivos que hacen de la organización un lugar deseado para trabajar. Pero es aún complementaria; tiene que ser un elemento transversal, que impregne todas las áreas de la empresa.

¿Los directivos la ven necesaria?

-Un 61% cree que la RSC no es decisiva en las decisiones importantes de la empresa. Por el contrario, un 39% destaca que sí.

¿Cree que crecerá ?

-Sí, porque es lo que la actual sociedad demanda. La RSC ya no descansa bajo el principio de la voluntariedad, sino que es un elemento clave para las organizaciones, si quieren adaptarse a las nuevas exigencias y cumplir las expectativas que los ciudadanos tienen de ellas. Un tercio de los directivos dice que la RSE se verá reforzada en 2015, ya que es un factor estratégico. Un 58% que sus políticas se mantendrán. Y un 12% dice que se reducirá por la crisis. Se olvidan de que la RSE es una aliada para superar la situación económica.

La RSC no es una varita mágica que obre milagros de la noche al día.

-Es la herramienta más eficaz para sortear la crisis y conseguir efectos positivos a medio-largo plazo. Algunas medidas sencillas de RSE son potenciar la conciliación, el trato justo a los empleados o la diversidad en la plantilla. Sus efectos positivos son muchos: la apertura hacia nuevos mercados con su captación de clientes, la mejora de la relación con los grupos de interés o el incremento del orgullo de pertenencia. Factores que se traducen en mayor productividad y, a la larga, en la creación de nuevos puestos de trabajo”.