BILBAO - La Cámara de Comercio de Bilbao considera que, pese a las “incertidumbres” que se perciben en la eurozona, “se aleja el riesgo” de una recaída en la recesión. Euskadi sale de la crisis. Crece el consumo interno, las exportaciones mantienen su pulso y el empleo emite sus “primeros signos positivos”, resumió ayer el presidente de la Cámara, José Ángel Corres en la presentación del informe anual de perspectivas económicas. No habrá un “crecimiento vigoroso” a corto plazo, pero los ritmos actuales y la previsión para el primer semestre del próximo año apuntan a la consolidación del cambio de ciclo. Hasta el punto de que la CAV puede crecer por encima del 1,7% fijado en la previsión oficial del Gobierno Vasco.
Conseguirlo o no dependerá de cuestiones geopolíticas fuera del alcance de Euskadi, pero también de la capacidad de internacionalización de las empresas vascas o del apoyo público a los procesos de apertura al exterior. “No podemos bajar la guardia. Desde la Cámara de Comercio de Bilbao no vamos a cejar en el empeño de apoyar a la sociedad de Bizkaia y a sus empresas, porque consideramos que nos encontramos en un momento crucial para que tanto las empresas como las instituciones promuevan actuaciones que consoliden los avances logrados, frente a cualquier tipo de retroceso y determinen la dirección futura de nuestra economía”, subrayó Corres.
El informe Situación y escenarios económicos 2014-2015 de la Cámara está lleno de pinceladas que invitan al optimismo sin obviar que hay debilidades que pueden pasar factura. La salud de la economía vizcaína es tan delicada que no queda más remedio que refugiarse en el realismo del día a día. Por ello, no hay una previsión de crecimiento para el próximo año de la Cámara de Comercio y habrá que esperar al verano para afinar. Si se cumple la estimación fijada para el primer semestre, un crecimiento del 1,3%, lo más probable es que se supere el objetivo del 1,7% fijado por Lakua y que el empuje del PIB de la CAV se acerque más al 2%, la frontera que separa las economías que generan empleo de las que no lo hacen.
La Cámara considera que el PIB vizcaíno crecerá un 0,9% este año y un 1,5% el que viene. Son unas “expectativas de recuperación moderada” que estarán muy ligada a la evolución de España y Europa.
Sobre la mesa, el análisis sectorial de la economía de Bizkaia es cuando menos esperanzador. El sector industrial “está superando la crisis y los datos demuestran que sigue vivo y activo, recuperando el papel fundamental que debe tener en la actividad económica del territorio”.
Impulso público El horizonte de la industria está en los mercados internacionales, y el presidente de la Cámara pidió a la Administración vasca un “mayor impulso” de cara a la internacionalización.
La asignatura pendiente continúa siendo la construcción, todavía en “posiciones muy atrasadas”, aunque algunos indicadores adelantan una reactivación que será “muy lenta y dificultosa”. Este año un tercio de las empresas del sector han aumentado cifra de negocio y de cara a 2015 solo prevén hacerlo el 19%. El clima de confianza en el ladrillo es el más frío, si bien hay datos que invitan a pensar que la actividad también se recuperará en la construcción.
Por su parte, el consumo de los hogares “ha dado un salto hacia adelante” en los últimos meses y se percibe una recuperación en las líneas de financiación tanto para las familias como para las empresas. El crédito doméstico avanzará en la medida que mejore el mercado laboral, pero el “escaso nivel de las rentas salariales” seguirá “afectando de un modo importante al sector servicios y al comercio en particular. El sector terciario también se ve afectado por el bajo ritmo de actividad en el segmento de las empresas que dan servicio a otras compañías.
A pesar de que la economía vizcaína transita por zona de claroscuros, “la tendencia está cambiando y es a mejor”, subrayó Corres, que incluso percibe una recuperación “más intensa de lo esperado”. Sin embargo, no hay que bajar la guardia.