BILBAO - El consumo privado vuelve a tirar con fuerza de la economía vasca y sustituye a las exportaciones de las empresas como principal motor de crecimiento. El Eustat confirmó ayer que el PIB del País Vasco creció un 0,4% en el tercer trimestre y avanza hasta el 1,3% en el conjunto del año. La recuperación se consolida pese a las dudas que despierta el frenazo de las grandes economías europeas y lo hace además gracias a la demanda interna. La inversión de las empresas se estabiliza y deja de caer después de once trimestres consecutivos de retroceso, mientras que el consumo de los hogares ha dado un salto importante durante los últimos meses y consolida su mejora.

El gasto de las familias encadena cuatro trimestres consecutivos de crecimiento, algo que no sucedía desde la recuperación fallida de 2010 y principios de 2011. Y además se acelera la mejora y se pasa de subidas interanuales residuales cercanas al 0,2% en el último trimestre del año pasado y el primero de este, a incrementos del 1,4%, entre abril y junio, y del 2,2% durante este verano, el repunte más alto desde principios de 2008. La economía doméstica se calienta, mientras que la que está ligada a las ventas exteriores mantiene una temperatura aceptable. De hecho, las exportaciones crecieron un 2,5% en el tercer trimestre del año respecto al mismo periodo de 2013. Como ya avanzó hace dos semanas el Instituto Vasco de Estadística, la industria y los servicios son los sectores productivos que lideran el empuje del PIB, mientras que la construcción se acerca en términos intermensuales a zona positiva.

Todo ello conforma un escenario más confortable en líneas generales, aunque sigue teniendo el gran lunar del empleo, que apenas crece un 0,5%, algo más de 4.300 puestos de trabajo. Es un nivel insuficiente para amortiguar los empleos que se perdieron en el arranque del año y todo apunta a que el conjunto del ejercicio será plano. Habrá que esperar a 2015 para ver un avance en mercado laboral -el Gobierno Vasco estima que se crearán 5.800 puestos-, lo que en principio debería reforzar la mejora del consumo e impulsar a la economía vasca.

De momento, el objetivo de este año está al alcance de la mano. El PIB está a sólo dos décimas de la previsión (1,5%) y ese fue precisamente el avance registrado el año pasado con una economía más estancada, sobre todo dentro de casa.

La mano de obra generada se produce en la agricultura y los servicios, que destaca por su volumen. El empleo creció un 1,3% en el sector terciario, que encadena tres trimestres consecutivos con tasas positivas. En el sector primario el ritmo es del 1,2%. El mayor descenso interanual se vuelve a producir en la construcción, con una caída del 1,7%. La pérdida de empleo de la Industria se cifra en el 1,4%.

Inversión de las empresas Poco a poco la CAV avanza y deja atrás la recesión. Y ya no es solo el dinamismo del gasto de los hogares el que da señales de vida, también sale de su letargo la formación bruta de capital, la parte del PIB que contabiliza la inversión de las empresas en la maquinaria y las existencias que necesitan para producir bienes.

Es el gasto en máquinas el que mayor repunte experimenta (2,9%) y el que permite al conjunto de la inversión empresarial salir del pozo de los números rojos con un testimonial (0,0%), a pesar de que la compra de materias primas flaquea (-1,2%). Las compañías ven que es momento de renovar instalaciones de cara al incremento de producción que se prevé a corto plazo, aunque las carteras de pedidos no están todavía lo suficientemente llenas como para dar el paso de acumular existencias, y además los stocks no han liberado espacio todavía en los almacenes.

La gran incógnita es cómo va a afectar el parón de las grandes locomotoras del euro a las ventas de las empresas vascas, que, en líneas generales, están amortiguando con la apertura de nuevos mercados la pérdida de negocio en Alemania o Francia. En el presente hay datos que invitan al optimismo, como el aumento que experimentó la facturación de las fábricas vascas en septiembre, un 7,3% respecto al mismo mes de 2013, según datos hechos públicos ayer por el INE. También hay nubarrones y en la misma estadística se señala que la entrada de pedidos en la industria de la CAV se redujo un 7,2% en el mismo periodo.

La publicación del dato de crecimiento del PIB vasco coincidió con la presentación del análisis de la salud del sistema productivo que elabora cada mes Confebask. En este caso se va un poco más allá que el Eustat con datos positivos referidos a octubre. El número de empresas inscritas en la Seguridad Social en el País Vasco creció el mes pasado en 115 nuevas compañías, con lo que se acumula en los 10 primeros meses un crecimiento de 405 compañías respecto a 2013.

El informe Evolución del tejido empresarial de la patronal vasca marca un punto de inflexión en enero de este año en relación a la inscripción de empresas en la Seguridad Social, primero se redujo el número de cierres y ahora se registran aperturas de negocios. El de este curso es el mejor dato entre enero y octubre desde 2006 y es significativo el contraste con el año pasado, cuando se destruyeron 1.110 empresas en ese periodo. No obstante, Confebask insiste en que “el ritmo de mejora continúa siendo débil” y, por ello, solicita medidas de estímulo de la actividad y de la competitividad. El número de sociedades ha aumentado mes a mes este año, salvo un frenazo en verano, y hoy están registradas 883 firmas más que en enero. Con todo, en octubre Euskadi tenía inscritas en la Seguridad Social 57.847 empresas, casi 8.000 menos que las 64.635 que marcan en mayo de 2008 el máximo previo a la crisis.

Respecto a octubre de 2013, el número de autónomos ha crecido en 1.293 personas, si bien desde que se inició la crisis la pérdida ha sido de 16.249 autónomos, un 8,6% menos. El crecimiento interanual del número de autónomos se ha acelerado una décima, hasta el 0,8%, la mejor cifra desde diciembre de 2008. El nivel de empresas en procedimiento concursal se ha reducido hasta septiembre un 21,3% respecto al periodo enero-septiembre de 2013, con lo que se sitúa en 343 empresas, frente a las 436 de los nueve primeros meses de 2013. Se trata del cuarto trimestre consecutivo de descensos interanuales, lo que no sucedía desde 2005.