gasteiz - Ante la alarma e indignación social generada por la proliferación de episodios de corrupción, el consejero de Hacienda, Ricardo Gatzagaetxebarria, lanzó ayer un mensaje tranquilizador al constatar que en Euskadi no se ha detectado ni un caso de pagos ocultos en relación a los consejos de administración de las cajas de ahorro vascas, una realidad que el titular del área económica vinculó a los controles de seguridad y, sobre todo, a “la gestión, la profesionalidad y la honradez” en el trabajo diario de estas entidades financieras a lo largo de los años.

Las palabras que Gatzagaetxebarria pronunció ayer en el Pleno de control del Parlamento Vasco, una sesión en la que tanto el consejero de Hacienda como el titular de Empleo y Asuntos Sociales, Juan María Aburto, tuvieron especial protagonismo ante la ausencia del lehendakari, Iñigo Urkullu, aún de viaje en México, se enmarcan en la crispación que han provocado las retribuciones hasta ahora desconocidos a través de las conocidas como tarjetas opacas.

Esta fórmula es la que se empleaba para gratificar a los miembros del Consejo de Administración de Caja Madrid, convertida más tarde en Bankia, y que llevó a 82 directivos nombrados por PP, PSOE, IU, CCOO y UGT a gastar un total de 15 millones de euros entre los años 2003 y 2012. Y todo ello, sin que un solo euro de esta elevada cantidad fuera declarado a Hacienda.

A la espera de que la Agencia Tributaria culmine la investigación de la totalidad de los gastos, el consejero de Hacienda recordó que en Euskadi no se ha detectado ningún caso similar, sino que los resultados han sido muy diferentes pese a que en todos los casos la normativa básica que regula el funcionamiento de estas entidades financieras sea semejante. Como ejemplo más destacado, Gatzagaetxebarria recordó los recientes resultados que ha arrojado el test de estrés al que fueron sometidos los 15 principales bancos del Estado, unas pruebas que determinaron el liderazgo de Kutxabank ante hipotéticas situaciones adversas para la banca.

El buen comportamiento de algunas de estas entidades era previsible -la propia Bankia figuró en el quinto lugar de la clasificación-, después de la generosa inyección económica de fondos públicos que catapultó desde los infiernos financieros a algunas de los bancos presentes en este listado. Por el contrario, la fusión de las tres cajas vascas que alumbró Kutxabank fue suficiente para que esta entidad combatiera los efectos de la crisis sin necesidad de refuerzos extra y se erigiera, tal y como refleja el último examen europeo, en el principal referente de la buena salud de la banca estatal.

Además de la gestión y de la profesionalidad a las que Gatzagaetxebarria achacó el buen comportamiento de Kutxabank, el dirigente jeltzale también hizo especial hincapié en el doble control al que durante muchos años se ha sometido a las cajas vascas. Por un lado, el Banco de España evalúa los resultados, al igual que lo hace con el resto de representantes del mercado financiero, pero además el Gobierno Vasco también se sumaba a esta labor de vigilancia, dos muros de contención ante el mal uso de fondos a los que hay que añadir los propios controles internos.

Gatzagaetxebarria insistió en que en ningún caso estos filtros han detectado la existencia de “pagos ocultos” en una entidad como la vasca, donde su normativa interna establece que los miembros del consejo de administración solo percibirán dietas, quedando relegado el sueldo por ejercer su trabajo en el órgano directivo a un reducido número de cargos -“el presidente o algún otro miembro del equipo”- que tengan demostrada su dedicación exclusiva.

Las explicaciones de Gatzagaetxebarria respondieron a la pregunta presentada por el único parlamentario de UPyD en la Cámara, Gorka Maneiro, quien señaló en la presentación de su iniciativa que las cajas de ahorro vascas “también han estado politizadas”; el origen, en opinión del aforado, de “este desfalco de dinero público” que han puesto de manifiesto casos como el de Bankia.