madrid - El escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid se va cobrando cada día nuevas cabezas y los partidos, sindicatos e instituciones van soltando lastre y dejando caer a los beneficiarios de las tarjetas de la vergüenza y el despilfarro. Incluso en el PP, conscientes de que puede suponer una carga demasiado pesada en un año electoral, se plantean la expulsión del partido de Rodrigo Rato, otrora todopoderoso vicepresidente del Gobierno con José María Aznar. Los populares llegarán hasta las “últimas consecuencias” en la investigación de los afiliados que fueron consejeros de Caja Madrid e hicieron uso de las tarjetas de crédito opacas y no descartan su expulsión, incluida la del exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato. El vicesecretario de Organización de los populares, Carlos Floriano, explicó ayer que el Comité de Derechos y Garantías del partido está trabajando en los expedientes que abrió sobre estos afiliados ante este hecho “detestable” y hay que esperar a que se cierren para “tomar decisiones”.

“Afecten a quien afecten” estas decisiones, apostilló el dirigente popular cuando se le preguntó por la posibilidad de que el expresidente de Bankia acabe siendo expulsado del partido. Floriano aseguró que la indignación que siente cualquier ciudadano por el uso de las tarjetas opacas la siente “igual” el Partido Popular. “Entendemos la indignación (ciudadana)” por el uso de las tarjetas, “la sentimos como propia”, añadió.

También recordó en cualquier caso que todos los cargos institucionales nombrados a propuesta del PP que tuvieron estas tarjetas han presentado su dimisión. Y ahora, ha añadido, de lo que se está hablando es “si dejan de ser militantes o no”.

Segúnfuentes populares, el proceso consiste primero en la apertura del expediente informativo, después la suspensión cautelar y finalmente la expulsión, si se da el caso. No quiso augurar Floriano cuándo se tomará la decisión definitiva sobre estos afiliados entre los que se encuentra Rodrigo Rato, aunque espera que sea “cuanto antes”. Y puso en valor la “diligencia” del encargado de dirigir la investigación como presidente del Comité, el alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco. Carlos Floriano insistió en que al PP le “preocupa” y le “ocupa” este caso y va a llegar “hasta las últimas consecuencias”, que llevan aparejadas “la aplicación de los estatutos”.

Por su parte, la patronal ha redoblado sus presiones sobre el presidente de la patronal madrileña CEIM y vicepresidente de CEOE, Arturo Fernández, para que deje el cargo tras verse envuelto en el escándalo. Y lo ha conseguido, aunque será una retirada pactada y escalonada.

El propio Fernández pedirá hoy el “voto de confianza” de los empresarios para rematar sus proyectos en marcha y convocar más tarde elecciones anticipadas, a las que no se presentará, según fuentes de CEIM.

Fernández superó el pasado 6 de octubre una votación de confianza de los vicepresidentes de CEIM tras conocerse que durante su etapa como consejero de Caja Madrid gastó con su tarjeta opaca 37.326 euros, que ya ha reintegrado a la Fundación Caja Madrid.

Según las fuentes consultadas por Efe, el objetivo de Fernández, reelegido en marzo pasado como presidente de la patronal madrileña, es cerrar proyectos clave de su mandato como los estatutos, el código ético o la reestructuración de la organización -que considera muy avanzados- y, una vez realizados, “abrir la puerta a que se hagan elecciones”.

El 6 de octubre, Fernández y otro directivos de la patronal -Miguel Corsini y Javier López Madrid- devolvieron 118.500 euros que habían gastado con las tarjetas de crédito que les fueron entregadas por Caja Madrid cuando eran consejeros de la entidad.

Entonces, el presidente de la patronal alegó que “no era consciente” del uso irregular de esa tarjeta y aseguró que destinó “a comidas y gasolina” los importes que cargó y nunca hizo disposiciones en efectivo.

Tambiénel economista Juan Iranzo Martín presentó ayer su dimisión como consejero independiente de Red Eléctrica Española, después de que su nombre figurara en la lista de Caja Madrid. Iranzo, que cargó un gasto de 46.800 euros en la tarjeta opaca al fisco de la entidad financiera, formalizó su dimisión mediante una carta dirigida al presidente de la compañía, José Folgado. - Efe/E.P.