MADRID - El Gobierno español sacó punta ayer al lápiz de corregir previsiones y pasó a limpio las nuevas estimaciones que rumiaba desde hace días. Según sus cálculos, el PIB crecerá este año un 1,2% -casi el doble de la predicción anterior- y un 1,8% el próximo. El escenario cambia, ¿pero es mucho o es poco? En principio, es suficiente para que el Ejecutivo vea margen para mejorar sustancialmente su compromiso en dos frentes extremadamente sensibles como son el empleo y el control del déficit, las materias con comportamiento más errático porque no les alcanza el sol que alimenta los brotes verdes. Los populares prometen crear 600.000 empleos los próximos dos años y rebajan tres décimas, hasta el 5,5%, el listón del déficit de este ejercicio. Se suben a la ola del optimismo a un mes vista de las elecciones europeas con leves avances que no corrigen lo más mínimo los desajustes que arrastran.

El INE confirma el repunte del PIB La confirmación por parte del INE de lo que ya adelantó la semana pasada el Banco de España, que el PIB ha crecido un 0,4% interanual, fue el resorte que activó el mensaje. El Instituto de Estadística incluso fue más allá y elevó al 0,6% la tasa intertrimestral frente al 0,5% estimado por el Banco de España. Fueron Luis de Guindos y Cristóbal Montoro los encargados de dibujar el nuevo panorama al término del consejo de ministros que dio el visto bueno a la actualización del programa de estabilidad y al cuadro macroeconómico.

Así, el Ejecutivo de Mariano Rajoy asume que hasta 2018 el paro seguirá por encima del nivel anterior a su llegada a La Moncloa. No se recuperará el empleo destruido durante su mandato hasta 3 años después de finalizar esta legislatura. Y con todo el compromiso de creación de empleo es sobresaliente ya que supondría recortar la tasa de paro a un ritmo del 2% anual para situarla en el 19,8% en 2017. Habrá que hacerlo además a partir de la segunda mitad de este año, porque el desempleo sigue creciendo y ya ha dejado sin trabajo a 1,2 millones de personas desde enero de 2012 hasta marzo de este año.

Las luces se imponen a las sombras, a juicio de Luis de Guindos. El ministro aseguró que 2014 "marca un antes y un después" en España, con una reducción del número de parados, un mayor crecimiento del PIB, una inflación a la baja y una reducción del déficit y la deuda públicos. El ministro indicó que todas estas previsiones son "muy conservadoras" ya que se han realizado partiendo de hipótesis "muy prudentes". "Sería muy fácil inflar el objetivo de crecimiento", añadió.

Según sus cálculos, las variables se alinean en la misma dirección. La demanda nacional repuntará un 0,7% este año, duplicará el ritmo de crecimiento entre 2015 y 2016, y casi lo multiplicará por cinco en 2017. El consumo privado subirá este año por primera vez desde 2011, lo hará un 1,4% y se romperá definitivamente el bloqueo del consumo. Las exportaciones aumentarán un 5% y la construcción volverá a crecer el próximo año. El único freno para la economía será el consumo de una administración que continuará volcada en el control del déficit. Todo lo demás sumará.

A la luz de esos indicios, las proyecciones del Ministerio señalan que la economía subirá cada año escalones más altos se aproximará a su potencial real en 2017 con un crecimiento cercano al 3%. El mensaje lo completó el ministro de Hacienda, que anunció que el Gobierno español propondrá a Bruselas un objetivo de déficit de 5,5% para este ejercicio frente al 5,8% actual. En el debe continuará la deuda pública, que superará el 100% del PIB en 2015, hasta el 101,7%, para repuntar al 105,5% en 2016, y sólo en 2017 comience a descender, hasta situarse en ese año en el 98,5%.

0,4%

El IPC escaló en abril hasta el 0,4% desde el -0,1% de marzo gracias al turismo de Semana Santa y la estabilidad de los precios de la electricidad y de las gasolinas. Es el primer incremento desde diciembre y se supera el umbral del 0,3% por primera vez desde septiembre. En zona de peligro. Algunos analistas habían previsto una mayor subida, pero la inflación continúa muy lejos del 1%, es decir continúa en la zona considerada de peligro, de riesgo de deflación.

Eurozona. El IPC de la eurozona se situó por su parte en el 0,7%, también por debajo del umbral óptimo.

Tendencia a la baja. Los analistas consultados por Efe consideran que la subida del 0,4 % de abril está en línea con lo esperado, si bien han previsto que a lo largo del año la inflación se sitúe por debajo de dicha tasa, más cercana al 0% e, incluso, se quede en negativo algún mes.