bilbao - A partir de septiembre, los sindicatos vascos afrontan un periodo clave en el que los trabajadores dictaminarán el grado de aceptación de cada organización y, sobre todo, de cada estrategia. A partir del final del verano y hasta mediados de 2015 las empresas elegirán a más de 10.000 representantes sindicales, más de la mitad del total de delegados de la CAV. Una auténtica reválida para las cuatro grandes centrales, que afilan las armas para reforzar su representatividad. Es el caso de ELA, que ha iniciado una campaña centrada en "la lucha por los salarios" que llevará a las empresas y que incluye un didáctico vídeo, con el objetivo de conservar su dominio en el mapa sindical.

El sindicato que dirige Adolfo Txiki Muñoz, con casi el 40% de la representación, se juega mucho en el próximo periodo de elecciones. Su estrategia de confrontación y su posición dura en la negociación colectiva le han valido numerosas críticas desde instancias empresariales, políticas, incluso sindicales. Precisamente su apuesta por frenar las reformas laborales desde las empresas convierte a estas elecciones en una prueba importante para poder mantener su pulso: cuantos más delegados, mayor será el nivel organizativo y la capacidad de respuesta a los ajustes salariales o de empleo que activen los empresarios.

ELA cuenta con casi 7.500 delegados en la CAV de un total de 18.900. Si en el próximo periodo electoral se renuevan 10.000 representantes, los que corresponden a ELA son más de 4.000, es decir, el sindicato mayoritario se juega a partir del verano más de la mitad de sus delegados. No es de extrañar por ello que la central ya haya comenzado, a falta de cinco meses para el inicio de las renovaciones, a reforzar su mensaje públicamente y en las empresas. Ayer Muñoz, en una comparecencia ante la prensa, centró el discurso en el papel de los salarios y en su importancia para el consumo, para el empleo y para poder mantener los servicios sociales. El propio secretario general reconoció que la campaña será "larga", de lo que se deduce al intención de hacerla coincidir con los meses previos y el inicio del periodo de elecciones.

Según ELA, en Hego Euskal Herria se han perdido durante la crisis 13 de cada cien puestos de trabajo a causa de las medidas de ajuste en el sector público y a los recortes salariales. El sindicato denuncia que los sueldos han crecido "mucho menos que los precios" durante la crisis, mientras que el coste por trabajador ha aumentado en 4,7 puntos menos que los precios en la CAV y 7,7 puntos menos en Nafarroa. Esta mayor caída salarial en la Comunidad Foral, así como en otras zonas del Estado, tiene que ver, según Muñoz, con la mayor presencia de CCOO y UGT y los convenios que estas centrales suscriben.

Los recortes del gasto público y de los salarios están haciendo que la pobreza se dispare en Euskadi a cotas inéditas en los últimos 25 años, según los informes de la central. "No es verdad que bajar salarios ayude a crear empleo. Detrás de la defensa de que con la caída salarial se defiende el empleo no hay más que ideología para defender los beneficios empresariales", censuró Muñoz, que reiteró la apuesta de su sindicato por la afiliación y la organización para lograr convenios con incrementos salariales por encima del IPC. En este sentido, se mostró "orgulloso" de las críticas de Confebask. "Dicen que ELA es un obstáculo para poder bajar los salarios y en eso estamos de acuerdo. Queremos seguir siendo un obstáculo", dijo.

"constante agresión" También LAB defendió ayer su estrategia en materia de negociación colectiva, afirmando que luchará en cada centro de trabajo si se siguen reduciendo los salarios. La secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, denunció ayer la "constante agresión a la baja de los salarios", e indicó que la patronal busca sustituir la referencia del IPC por otras variables. LAB tratará de evitar los recortes "luchando en cada centro de trabajo", y pidió a las instituciones que también impidan las reducciones salariales -citó el ejemplo de la diputación de Gipuzkoa en el sector de residencias-.

Aunque la declaración de intenciones le aproxima a ELA, la central de Etxaide presenta diferencias notables con la de Muñoz, que de hecho han dado lugar a acuerdos puntuales con CCOO y UGT. LAB cuenta con el 18% de los delegados de la CAV tras un 2013 en el que ha salido reforzada de los escasos procesos electorales que se han producido, lo que le permite estar cada vez más cerca de CCOO, que tiene el 19,6%.