Leire Uria

Bilbao. Euskadi, en contra de la media estatal, perdió 691 autónomos en 2013. Según datos oficiales, del número de afiliados a la Seguridad Social en diciembre, el año se cerró con 173.155 autónomos en la CAV, lo que supone un descenso del 0,4% con respecto al final de 2012. Y eso que en el último mes del año se contabilizaron 299 autónomos más que en noviembre.

Solo Cantabria, Castilla y León y Galicia acompañan a la CAV con un decrecimiento en el número de trabajadores por cuenta propia a lo largo del año ya que en el resto del Estado se mantiene la tendencia alcista. En Euskadi ni siquiera esa querencia de sustituir con autónomos a los asalariados ha podido frenar la caída del número de autónomos. En Nafarroa, por contra, el número de altas en el régimen creció en 425 personas.

Los datos no dejan lugar a la duda. En los tres territorios de la comunidad autónoma ha bajado el número de autónomos. Araba perdió 202 autónomos, Gipuzkoa, 248, y Bizkaia, 242. La secretaria general de la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UATAE), María José Landaburu, explicó ayer que el balance se debe a las importantes pérdidas de autónomos en los sectores de construcción, industria y transporte.

La crisis hace mella en Euskadi al igual que en el Estado. Con el consumo todavía en caída libre no son pocas las persianas que han echado el cierre definitivo y, con ello, cientos de autónomos se han quedado sin empleo. Sin embargo las cifras no reflejan esa realidad porque al tiempo que éstos perdían sus empleos miles de personas se daban de alta en el régimen de autónomos, merced a las políticas del Gobierno Rajoy y a las estrategias tal vez cuestionables de algunas empresas. Algo que sitúa a España como uno de los pocos países europeos en los que ha crecido este colectivo.

En ese sentido destaca la figura del falso autónomo, caso del trabajador al que la empresa, para ahorrar costes, da de baja en el régimen general de la Seguridad Social para desplazarle al régimen de autónomos (RETA) -Bimbo lo hizo con sus repartidores, por ejemplo-. Así se ahorra el pago de la cuota de la Seguridad Social, que corre a cuenta del falso autónomo, y evita que genere antigüedad, con lo que el coste en caso de prescindir de él es menor. Tradicionalmente se ha vinculado esta figura a la construcción, aunque según algunos expertos se está extendiendo a otros sectores. Según los últimos datos registrados, el INE contabilizó en 2009 más de 151.000 falsos autónomos.

Además el Gobierno español ha incentivado el autoempleo dentro de sus políticas laborales. Entre las medidas aprobadas por Madrid esta legislatura para impulsar el autoempleo destaca la tarifa superreducida a la Seguridad Social de 50 euros para los primeros meses de autónomos menores de 30 años.

70 altas al día Sea cual sea el motivo, la realidad es que en España el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) ganó 70 nuevos afiliados por día durante el pasado año. En total 25.689, según las cifras de la Seguridad Social. El pasado fue de hecho el primer año, desde el inicio de la crisis en 2008, en que el número de empleados por cuenta propia creció. Son 3.050.341 en el Estado, 173.155 en la CAV y 45.562 en Nafarroa.

En su informe sobre la evolución de la afiliación en 2013, la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) destacó ayer que en términos porcentuales, la afiliación de autónomos creció sobre todo en la educación (7,6 %), en las actividades sanitarias y servicios centrales (6,6 %) y en las actividades profesionales científicas y técnicas (6,1 %).

Imagen de archivo del sector de la construcción que tradicionalmente acoge muchos autónomos. Foto: Oskar Martínez