madrid. Siguiendo el guion diseñado por el Gobierno español, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha acotado a un máximo del 4% la subida de la luz de enero. El Ejecutivo de Rajoy, obligado a anular la última subasta eléctrica por el rechazo social a un tarifazo que hubiera rebasado el 11%, tendrá que elegir ahora entre las dos cifras que le propone Competencia: una subida suave del 2% y una más contundente que rozaría el 4%. El PP completará así el polémico y confuso camino recorrido las dos últimas semanas para intentar convencer a la opinión pública de su oposición a un nuevo incremento del recibo.

Como en otros ámbitos, el Gobierno de Rajoy ha utilizado la táctica del mal menor para reducir el coste político de una nueva subida de la luz que complica aún más la cuesta de enero a millones de hogares y miles de empresas. Tras asegurar varias veces que la factura eléctrica no subiría, finalmente el Ejecutivo anunció que incrementaría el precio que regula del recibo, los llamados peajes. Cuando se conoció que la subasta en la que se decide la otra mitad de la factura terminó con una subida del 11%, el propio Rajoy abanderó la oposición a este resultado y prometió "arreglarlo".

En una decisión inédita, Competencia -organismo dependiente del Gobierno- anuló la subasta al detectar "circunstancias atípicas" en su desarrollo, y se dispuso a establecer cuánto había subido realmente el coste de la energía. Ayer dio a conocer las conclusiones de su estudio, en el que propone dos posibilidades al Gobierno: trasladar al consumidor el precio medio del mercado de futuros recogido en los últimos tres meses del año, lo que supondría una subida del 2,9%, o tener en cuenta los últimos seis meses, con una subida del 1,4%.

A ambas cifras habría que sumar el incremento anunciado por el PP para los peajes, lo que conllevaría una subida extra de entre medio punto y un punto porcentual. De esta manera, y tomando como referencia un alza del 0,8% en la parte que regula el Gobierno, la luz subirá en enero un mínimo del 2,2%, si finalmente el Ejecutivo escoge el menor incremento, y un máximo del 3,7% si se decide por el mayor. Para un recibo medio de 77 euros, las nuevas tarifas supondrían subidas de 1,7 euros al mes y 20 euros al año, en el mejor de los casos, y de 2,85 euros al mes y 34 al año en caso de que el Gobierno español opte por la tarifa más alta.

A pesar de que las cifras quedan lejos de los 100 euros más al año previstos tras la última subasta, la asociación de consumidores Facua calificó de "inaceptables" los escenarios de revisión propuestos por la CNMC, y dijo que "lo menos malo que podría hacer el Gobierno" es congelar la tarifa. En Euskadi más de 860.000 hogares y 58.000 empresas dependen de la Tarifa de Último Recurso (TUR), mientras que en el conjunto del Estado son cerca de veinte millones los hogares que se verán afectados por la subida. Diversas asociaciones denunciaron que, de aplicarse el tarifazo del 11%, dos millones de familias no podrían encender la calefacción.

nuevo mecanismo La propuesta de Competencia busca suplir de forma "transitoria" a la subasta anulada. El regulador pide que no se alargue en el tiempo este mecanismo, ni siquiera durante todo 2014, y que se fije un nuevo método en el inicio del año que viene. Las eléctricas comparten este deseo al considerar la medida un parche que no hace sino generar "una nueva incertidumbre". El propio Gobierno ha anunciado la creación de un nuevo modelo de fijación de precios eléctricos "más transparente" que sustituirá a las criticadas subastas.