Donostia. El presidente del Consejo de Relaciones Laborales vasco, Tomás Arrieta, afirmó ayer que la reforma laboral ha creado "inseguridad e incertidumbre" y que "una segunda vuelta de tuerca" generaría "más inseguridad y, seguramente, más conflictividad añadida".

En una entrevista concedida a Europa Press, Arrieta afirmó que la reforma laboral impulsada por el Gobierno del PP "no crea empleo" y ha "facilitado las vías de despido".

A su juicio, lo "más destacable" es que ha creado "inseguridad e incertidumbre" sobre el modelo de relaciones laborales, algo que es "muy malo". Arrieta señaló que es "claro" que la reforma laboral ha "fracasado" en uno de sus "objetivos principales" que era "tratar de incrementar la calidad de empleo, disminuir las tasas de temporalidad y consolidar más empleo indefinido". "Eso no se ha producido", asegura.

Sobre la posibilidad de que se modifique la reforma laboral, afirmó que lo que existen son "rumores" y se desconoce si va a haber "una segunda vuelta de tuerca y en qué va a consistir". "Si la primera no ha resuelto, en mi opinión, prácticamente nada, sino que ha generado conflictividad añadida, una vuelta de tuerca produciría un efecto similar y, por tanto, generaría más inseguridad y, seguramente, más conflictividad añadida", indicó.

Por otra parte, ante las críticas desde el ámbito empresarial a algunas sentencias judiciales respecto de la aplicación de la reforma laboral, Arrieta, que no quiso pronunciarse sobre los "ataques" a la judicatura, indicó que la respuesta judicial está poniendo de manifiesto que el ámbito judicial "no es el más adecuado para resolver los problemas que tenemos".

Arrieta se refirió, de esta forma, a las críticas que ha realizado Confebask al considerar que hay sentencias judiciales "kafkianas" que están tratando de "neutralizar el efecto" de la reforma laboral con una interpretación que resulta "un despropósito". También la CEOE ha considerado que los jueces están "combatiendo" la modificación legal.

"Se están dando respuestas que, incluso para un observador no especialista, pueden sorprender un poco porque parece que las decisiones que se adoptan en un caso y en otro difieren entre sí cuando la situación de base es la misma y eso en parte se produce porque el proceso judicial tiene sus condicionantes", señaló.

Por ello, insistió en que la respuesta judicial "no es la adecuada", pero "no por la calidad de esa respuesta", sino porque es un instrumento que "no es el más adecuado para resolver los problemas". En este sentido, se reafirmó en que los problemas de la negociación colectiva solo se pueden solucionar de una manera "mínimamente eficaz" a través de la propia negociación colectiva.

"Una frustración" La presidenta de la Sala de lo Social del TSJPV, Garbiñe Biurrun, también se pronunció sobre las declaraciones de miembros de la patronal. La magistrada hizo un llamamiento a los empresarios para que se "rebaje la tensión innecesaria" que se ha generado respecto a los jueces. La jueza cree que en la patronal parece existir "una frustración y un desengaño" porque, en su día, quizá se creó "demasiadas expectativas" en torno a la reforma legislativa.

Biurrun consideró que, "algunas voces", en este caso la patronal, "parece que reducen el ordenamiento jurídico exclusivamente al texto literal de la reforma laboral de 2012". De esta forma, explicó que "las interpretaciones que se están haciendo de la reforma en algunas materias están integrando el ordenamiento jurídico, incluido el texto constitucional, pero también la normativa internacional, los compromisos y tratados internacionales que España tiene ratificados como algunos convenios de la OIT, y la normativa de la UE".

"Y es la integración de todo este ordenamiento el que está dando como resultado unas determinadas interpretaciones de la reforma laboral, en materia sobre todo de despidos, pero también de lo que ha sido el fin de la ultraactividad de los convenios colectivos", aseveró.