Donostia. Se han comprometido a prejubilar y reubicar entre 1.000 y 1.200 socios cooperativistas. ¿Dónde quedan los otros 460 restantes?

Junto con Fagor Electrodomésticos y todas las cooperativas de la Corporación y Lagun Aro estamos trabajando a marchas forzadas para comenzar a tomar decisiones. Este es un tema donde vamos a dar el do de pecho y donde se va a demostrar, una vez más, que el grupo cooperativo está más fuerte que nunca. Cuando se habla de dar respuesta a entre 1.000 y 1.200 personas en los próximos meses se trata de una acción muy potente y rápida. Esa respuesta la vamos a dar a través de prejubilaciones donde dentro de lo que es Lagun Aro hay que adecuarlas para que sean dignas, por un lado, y en la reubicación de personas adaptando los perfiles a las necesidades de las cooperativas. Sabemos ya las necesidades por encima del 50% de las cooperativas con lo que las reubicaciones van a estar en torno a las 800-900 personas.

¿Eso puede ser a corto plazo?

Junto con este colectivo estimamos que puede haber unas 300 prejubilaciones, con lo que entre 1.000 y 1.200 se darían en un plazo de los próximos cuatro o cinco meses.

Existe la posibilidad de reubicación en nuevas líneas de negocio.

Hay líneas de negocio que en este momento están en incubación, algunas en el área de energía o salud. Son unidades de negocio que algunas de ellas van a salir en los próximos seis meses o un año, como Kiro Robotics. Estos nuevos negocios van a generar cientos de puestos de trabajo.

Desde fuera no se entiende que se primen a los socios dejando fuera a los trabajadores eventuales.

Poner en causa la vocación y el compromiso de la experiencia cooperativa de Mondragon en el empleo es algo que me resulta muy difícil de asumir porque forma parte de su esencia. Seguimos apostando por tener nuestros centros de decisión aquí y por generar empleo y un reparto equitativo de la riqueza. Evidentemente, en una situación de este estilo tenemos unos compromisos con las personas que están adheridas al régimen de Mondragon y de Lagun Aro que los tenemos que cumplir. No se va a sustituir unos por otros. Habrá una parte en la que eso se produzca, necesariamente, pero hay muchas más cosas que estamos viendo. A nivel de todo el grupo todos los años de manera natural se jubilan más de 500 personas, de las que una buena parte se sustituyen.

Los socios de Fagor Electrodomésticos se quejan de falta de información. ¿Hay que revisar el modelo cooperativo?

En este tipo de procesos, donde una serie de órganos tienen que asumir decisiones que son duras, lo primero que hay que decir es que hay que ser comprensivos con las reacciones. Las reacciones son muy humanas cuando una persona siente que se va a quedar sin empleo. Lo que tenemos que hacer entre todos es estar lo más serenos posibles porque lo que nos toca en este momento es dar solución de empleo a todas las personas. Tenemos que mirar hacia adelante. El modelo cooperativo no es que tenga que evolucionar, sino que lo está haciendo siempre. Seguimos ratificando la apuesta por este modelo cooperativo porque nuestros valores, que son el protagonismo de las personas, la prevalencia del trabajo sobre el capital, las decisiones democráticas, la participación en la propiedad y en la gestión, la solidaridad entre las cooperativas, son hoy más que nunca claves.

Entre los socios hay una sensación de que se han tomado decisiones poco compartidas.

Hay que tener en cuenta que a veces se da una información que no gusta. Esa es la cuestión. También hay que decir que las organizaciones cada vez son más grandes y los procesos de comunicación e información se complican. Tenemos que ratificarnos en nuestro modelo cooperativo.

¿La Corporación debe intervenir cuando una cooperativa empieza a dar señales de alarma?

Las cooperativas son soberanas, jurídicamente independientes y comparten estrategias, sinergias y mecanismos de solidaridad intercooperativa que salen del bolsillo de los socios. Se está hablando de que el grupo debería ser de otra forma y adaptarse de otra manera. Es un debate que tenemos que afrontar y que estaba previsto hacerlo. Esto no lo va a decidir ni una persona, ni ningún órgano, sino el Congreso.

¿Está de acuerdo como el Gobierno vasco ha gestionado la crisis de Fagor Electrodomésticos?

El Gobierno Vasco ha estado informado en todo momento de la problemática. No quiero entrar en ninguna polémica. El Gobierno vasco nos ha aportado una gran ayuda institucional, aparte de la económica, y personalmente estoy agradecido.