VITORIA. Las haciendas vascas mantienen hasta agosto los niveles de recaudación previstos, con un aumento de los ingresos respecto a 2012 del 3,7%, gracias al empuje del IVA y del Impuesto de Sociedades. El IRPF, el tributo con más peso en la recaudación, continúa a la baja. Y es que los salarios cada vez aportan menos a las arcas públicas, por un lado por el incremento del desempleo y por otro porque muchos de los que trabajan o han visto reducido su sueldo o lo tienen congelado.

La caída de la actividad económica está en la raíz de este descenso de las rentas salariales que, además, está siendo favorecido por los cambios en la legislación laboral del Gobierno Rajoy, que giran precisamente en torno a dos ejes que tiran hacia abajo de la recaudación fiscal: despido más barato y más facilidad para reducir los sueldos. Y desde Europa se sigue ejerciendo presión en la misma dirección, con lo que no se descartar una nueva vuelta de tuerca en contra de los intereses de los trabajadores.

Las recetas del Gobierno no están logrando devolver la salud al mercado de trabajo, tampoco en la CAV, y además están lastrando la capacidad de las instituciones de obtener recursos que poner de nuevo en circulación en forma de políticas de empleo. El año pasado, el primero con el despido procedente a un coste de 20 días por año trabajado, Euskadi perdió 36.000 afiliados a la Seguridad Social y la recaudación de los tres territorios de la CAV por retenciones procedentes de rendimientos del trabajo -principalmente salarios pero también se incluyen las pensiones y las prestaciones por desempleo- comenzó a resentirse. Frente a los 4.448 millones de euros de 2011, el año pasado las rentas del trabajo aportaron 4.404 millones, un descenso del 1%.

la caída se agudiza Este año la caída de la recaudación con base en las rentas salariales se agudiza a pesar de que la pérdida de ocupados ha sido más moderada. Entre enero y agosto, Euskadi ha perdido 8.824 afiliados a la Seguridad Social y la recaudación por retenciones salariales se reduce el 3,2% (de 2.944 millones a 2.848).

Por lo tanto, la bajada de ingresos este año se debe más al frenazo de los salarios que a la pérdida de puestos de trabajo ya que la afiliación a la Seguridad Social baja menos que en 2012. En realidad, la pérdida de masa salarial va unida a un menor consumo y, por tanto, a una menor actividad y a una destrucción mayor de puestos de trabajo.

Con la negociación colectiva bloqueada, muchas plantillas arrastran años de congelación salarial. No obstante, para muchos empresarios no es suficiente y se ven abocados a proceder a una rebaja. En este punto la reforma de Rajoy es un arma muy útil para los empresarios, ya que les permite modificar condiciones laborales justificando seis meses de caídas de beneficios, ingresos o ventas. En algunos casos, la devaluación salarial se produce incluso de manera pactada con los trabajadores, que prefieren esta salida a perder el empleo.

Además, en la CAV aún está por aclararse el efecto que tendrá la pérdida de los convenios sectoriales. Aunque las empresas por ahora no están procediendo a rebajar sueldos de forma generalizada, el fin de la ultraactividad el 7 de julio puede tener mucha incidencia en las nuevas contrataciones.

Comparando la evolución de la recaudación por salarios de 2013 y 2012, los ingresos de las tres haciendas vascas por rentas del trabajo han mantenido números rojos todo el ejercicio exceptuando una leve recuperación en julio, coincidiendo con un mejor comportamiento del mercado laboral en relación a 2012.

Las rentas del trabajo vuelven a los números rojos en agosto, el primer mes en el que las nóminas se han podido ver afectadas por la pérdida de los convenios, si bien las reducciones salariales han sido minoritarias. En previsión de que la curva del IRPF siga a la baja, PNV y PSE han acordado de cara al año que viene incrementar la presión sobre las rentas más altas, incluyendo tres nuevos tramos por arriba para los contribuyentes que más ganan, así como la supresión de las deducciones por vivienda y por planes de pensiones.

Por territorios, son los salarios de los vizcaínos los que mejor aguantan el tirón, con una aportación a la hacienda foral de casi 1.500 millones hasta agosto, un 2% menos. La caída es del 3,5% en Gipuzkoa, con 931 millones, mientras que las rentas del trabajo se desploman en Araba un 6,4% con 421 millones.

un 4,4% menos En el conjunto del Estado la caída de los salarios aún es más evidente. Las rentas salariales -sin contar pensiones ni prestaciones de paro- aportaron en la primera mitad de 2013 un total de 26.085 millones a la hacienda estatal vía retenciones, lo que supone un 4,4% menos que en el año pasado.

El paro y las bajadas de sueldo también están mermando los ingresos de la Seguridad Social vía cotizaciones, motivo entre otros por el que el PP se apresta a recortar el gasto en pensiones. Reforma que, a la vez, mermará la capacidad de los jubilados para pagar al fisco, con lo que el problema vuelve al punto de partida.