Donostia. El director general de Gaia, Tomás Iriondo, muestra su preocupación por este hecho y pide a los accionistas locales y a los fondos de inversión que participan en las empresas que refuercen su compromiso por el crecimiento y la competitividad del sector TEIC. Hablamos de un sector que cerró 2012 con una facturación de 2.742 millones de euros, de los que 1.053 millones proceden del exterior, gracias a la actividad de sus 260 empresas que dan empleo a 10.807 personas. La inversión en I+D en el año 2012 alcanzó los 120 millones.
¿Qué consecuencias tienen en el sector decisiones de empresas vascas de prescindir de los servicios de alguna de sus compañías TEIC?
Principalmente, afecta a dos aspectos, por un lado, daña la imagen y, por el otro, genera una pérdida de confianza ante terceros. Dada la coyuntura en la que estamos inmersos, queremos plantear un escenario de reflexión abierta, en el que no estamos cuestionando ninguna decisión de nadie, sino simplemente nos gustaría hacer una llamada de atención sobre las colaboraciones de todos ante las necesidades de crecimiento y competitividad que el sector evidencia. Entendemos que hay áreas de mejora, pero también evidenciamos que existen unas capacidades sectoriales muy buenas que son estratégicas y claves para el desarrollo de un país. Es decir, nos tenemos que plantear qué tenemos que hacer y como podemos trabajar en Euskadi para que un sector como el de las TEIC, que no es algo nuevo, sino que está fuertemente consolidado y es una referencia a nivel internacional, se refuerce, crezca y satisfaga las expectativas de los actores y de las organizaciones, tanto a nivel local como internacional, así como grandes y pequeñas, que conforman el territorio y la riqueza de este país. Nos preocupa la pérdida de confianza de algunos clientes referentes en sectores como energía, automoción y finanzas. Si alguno de ellos manifiesta de forma pública apuestas por proyectos y empresas multinacionales, estas manifestaciones nos dejan en una situación más débil de cara a presentar como argumento comercial en el exterior, las referencias, la colaboración y complicidad de organizaciones tractoras locales.
¿Cómo se puede superar esa pérdida de confianza?
Tenemos que superar la pérdida de confianza ofreciendo soluciones competitivas e innovadoras a través del crecimiento del sector de las TEIC en capacidad y competitividad. Solo juntos podemos. En la actual situación, solo hay dos fórmulas de hacer crecer el sector. Una de ellas es importar esa actividad del exterior, lo que supone la ventaja de poseer conocimiento rápido, pero evidencia la desventaja de que la capacidad de decisión estará fuera y, por lo tanto, no sujeta a nuestro modelo socioeconómico y cultural. Es decir, en época de dificultades, el compromiso no suele ser tan fuerte ante cualquier efecto de reestructuración o apoyo adicional a la actividad en el entorno. La otra es el desarrollo endógeno de las tecnologías y soluciones, el crecimiento del sector local, por lo que supone de compromiso y apuesta por la empresa local, lo que resulta más comprometedor a más largo plazo, pero a la vez mucho más satisfactorio y estratégico. Es la apuesta que Euskadi lleva haciendo desde hace tiempo. Se trata de trabajar en la regeneración de este sector para que sea de alta especialización y gran valor añadido. Una visión totalmente alineada con la estrategia que se está planteando en Euskadi. Esta segunda opción además de dar satisfacción a aquellos ámbitos de actividad que en Euskadi tienen fortalezas, nos permitirá generar referencias de soluciones internacionales para las empresas energéticas, de automoción, aeronáutica, transporte y, cómo no, también para las entidades financieras.
¿La apuesta lógica debería de ser esta última fórmula?
Esa es la apuesta, ya que concentra en nuestro entorno las capacidades de decisión de las empresas y además es mucho más viable la búsqueda de sinergias. A este respecto, tanto la UE en su propuesta 2020, como el Instituto Vasco de Competitividad-Orkestra, en su informe del año pasado, señalan que no hay país o región desarrollada sin un sector de empresas electrónicas, informáticas y de telecomunicación potente y competitivo. Los dos informes evidencian que el principal factor, el más importante para la competitividad de una región, una vez superadas las necesidades básicas como las infraestructuras (carreteras, áreas industriales y de servicios, etc.) es la existencia y la consolidación de un sector TEIC potente en el entorno. Esta es la apuesta de Gaia y trabajamos para que Euskadi también comparta esta visión y todos juntos recorramos el camino.
¿Como ejemplo de lo contrario podemos tener el caso de Catalunya?
Hay regiones que no hicieron esta apuesta que estamos planteando y que optaron por la opción de la importación de grandes multinacionales, lo que les ha llevado a una situación compleja, de falta de estructura empresarial y una dependencia sobre unos decisores que están muy lejos de sus realidades y por tanto no atienden de igual forma a la coyuntura y a las sensibilidades que puede haber en una región.
¿Les preocupa la desinversión local y la entrada de capital extranjero en empresas emblemáticas vascas del sector?
Evidentemente sí preocupa la pérdida de capacidad de decisión e incluso la pérdida del liderazgo local. Estas decisiones nos pueden poner dificultades en este camino que tenemos que recorrer y es por lo que estamos pidiendo una reflexión abierta en el conjunto de la sociedad vasca ante los escenarios de desinversión local, actuaciones que están promovidas por legislaciones y/o visiones de reducir compromiso-riesgo con la industria en la actual coyuntura. Actuaciones que están provocando que sociedades o fondos de capital riesgo se estén haciendo con el control de alguna de las empresas más emblemáticas del sector y del país. Estas decisiones podrían dar lugar a la falta de una pérdida de protagonismo de las marcas propias, que es un factor que motiva, lidera y tracciona a un sector y a un país. Para evitar esta situación, buscamos el compromiso de los fondos de capital riesgo con las inversiones en las empresas en aspectos como el mantenimiento de las sedes sociales y fiscales en el territorio, la creación de empleo, las inversiones en I+D+i como la promoción de marcas y el liderazgo de actividades a nivel local e internacional.
Alguno puede decir que eso es ir contra la globalización...
No estamos en contra de la globalización, hay ejemplos de empresas tractoras en este país que su crecimiento no se está produciendo en Euskadi, pero mientras tengan aquí su capacidad de decisión, están creando empleo en el país. Estudios recientes hablan de que por cada cinco puestos de trabajo creados en el exterior, se crea uno en la matriz de origen. No podemos cuestionar la globalización, pero sí queremos fijar aquí la capacidad de decisión. Tenemos la ventaja de que se pueden mantener y reforzar en Euskadi las principales empresas del sector, es decir, hacer crecer aquellas actividades en las que se busca la excelencia que son las de más valor añadido nos pueden ofrecer, como son la investigación, desarrollo, diseño, innovación y las estrategias y modelos comerciales
¿Algunas de esas desinversiones pueden estar justificadas por la aplicación de normativas europeas?
Seguro que hay modelos. No me siento conocedor de estas legislaciones y, por lo tanto, no tengo criterio. Sin embargo, creo y sé que cuando queremos cambiar algo lo conseguimos hacer respetando e interpretando la legislación. Podemos ser lo suficientemente creativos como para poder cambiar las cosas, si bien antes debemos plantearnos y respondernos a una cuestión. ¿Consideramos que el sector de las TEIC es estratégico para Euskadi? Si la respuesta es afirmativa, tenemos que mantener un sector endógeno con capacidad de decisión local y crecer en esa visión.
¿Puede haber una falta de reconocimiento sobre este sector?
Las administraciones siempre nos han tratado bien y el Gobierno Vasco reconoce y apoya el sector. El problema no está ahí, sino en la percepción que la sociedad tiene del sector. Al ser un sector de intangibles, la sociedad en su conjunto no percibe su valor. Como no se conocen los esfuerzos y el conocimiento que se requieren para implementar unas soluciones TEIC (como crear productos, sistemas y herramienta), no se llega a percibir su valor. Por el contrario, hoy nadie sabe funcionar sin tecnología de la información. Si hoy desaparecieran las TEIC en cualquier estrato social o actividad económica o profesional el país se paralizaría. Por eso es tan importante para la competitividad de una región.