Bilbao. La maquinaria está en marcha pero el tiempo sigue corriendo en contra de los intereses del sector naval vasco y estatal. Joaquín Almunia, comisario de Competencia de la Comisión Europea tiene claro que pedirá que se imponga una devolución de las deducciones fiscales aplicadas en la construcción de buques entre 2005 y 2011, gracias al denominado sistema tax lease. Ello implicaría, según los astilleros, los sindicatos y las institucines estatales, un golpe necesariamente mortal para un sector que en el Estado emplea a cerca de 80.000 personas. De ellas, casi 4.000 trabajan en la CAV. Y es que Euskadi, con cinco importantes astilleros en activo, sería en ese caso una de las comunidades autónomas más afectada, junto con Asturias y Galicia.

Almunia presentará el miércoles previsiblemente un documento que exime a astilleros y armadores de devolver las ayudas -porque no son ellos quienes se beneficiaron de las ventajas tributarias, según el análisis de Almunia- pero que pone todo el foco de atención en unos inversores que tendrán que devolver al Cobierno español, según cifras del ministro de Industria, más de 2.000 millones de euros en concepto de las deducciones realizadas hasta 2011.

A falta de solo dos días para el esperado encuentro del colegio de comisarios, en el que Almunia presentará sus tesis, desde Euskadi y España se sigue trabajando contrareloj para evitar una sanción millonaria que sería cuando menos difícil de asumir.

Son varias las vías abiertas. Por un lado la jurídica y por otro la política. Desde la primera perspectiva, las instituciones y los agentes afectados insisten en afirmar que hay argumentos jurídicos -como la carta enviada por la anterior comisaria europea de la Competencia, Neelie Kroes, afirmando que el sistema de tax lease aplicado en el Estado español no era discriminatorio a la luz de la legislación comunitaria- para que la CE no imponga una devolución de las deducciones fiscales aplicadas en la construcción de buques.

Aunque se confía en esa vía, lo cierto es que podría llegar tarde y ser igualmente mortífera. El sector ha destacado que un proceso de ese tipo causaría un daño irreparable a la industria naval del Estado por la incertidumbre jurídica que se crearía y que afectaría a las nuevas contrataciones de barcos. En ese sentido, el propio ministro español de Industria, Jose Manuel Soria, reconoció esta semana que se está en riesgo de provocar una deslocalización de la industria naval española y europea a Asia.

Vía política Por todo ello, el sector basa su esperanza principalmente en hallar una solución alternativa que no implique sombra de duda alguna sobre los astilleros estatales ni sobre la legislación vigente. Eso pasaría por convencer a los miembros de la Comisión, que serán los que tengan que tomar la última decisión sobre este caso. Se busca una solución política.

En ese sentido, tras la reunión mantenida el pasado jueves por una delegación estatal con el comisario Almunia, el lehendakari Iñigo Urkullu -presente en el encuentro- se mostró tajante. "Hacemos un llamamiento al presidente del Gobierno español para que se pronuncie ante el colegio de comisarios y particularmente ante el presidente de la Comisión Europea -José Manuel Durao Barroso-", dijo, con rostro serio, tras casi hora y media de reunión en la que el socialista Almunia no movió ni una coma de su discurso. "Sigo viendo que hay tiempo para cambios en su posición y que tenemos que aprovecharlo, sobre todo, con el colegio de comisarios", insistía el lehendakari a los medios.

Y es que muchos de los presentes en esa reunión -ministro de Indistria, presidentes autonómicos y líderes sindicales, entre otros- entendieron que 'la vía Almunia' está agotada y que el camino ahora consiste en convencer al resto de comisarios, que serán los que tomen la decisión -algo que debe hacerse por mayoría-.

En ese sentido, de momento, el único político comunitario que ha apoyado públicamente a los astilleros estatales es el responsable de Industria, el italiano y también conservador Antonio Tajani, aunque las gestiones, según todos los implicados, continuarán hasta el último minuto.