madrid. El Gobierno español quiere realizar una reforma fiscal, -presionado por Bruselas-, que permita incrementar la recaudación pero que permita simplifica el sistema y reducir el IRPF. Al menos eso se puede deducir del hecho de que haya nombrado al catedrático de Hacienda Pública, Manuel Lagares -un profesional que ya ideó la reforma fiscal efectuada en la época de José María Aznar como presidente del Gobierno español-, como responsable del grupo de expertos deberá elaborar una propuesta de modificación del sistema tributario español en febrero de 2014.
Al finalizar el Consejo de Ministros, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, comunicó que la reforma fiscal es una de las principales reformas estructurales que aprobará el Gobierno central en esta legislatura y añadió que se tratará de una reforma "integral" de todo el sistema tributario en su conjunto, con el objetivo de hacerlo "más sencillo", que garantice la suficiencia de ingresos, que ratifique el compromiso con la consolidación fiscal y que respete los principios de equidad, generalidad y progresividad.
Buenas palabras para intentar hacer olvidar que el Ejecutivo de Mariano Rajoy ha incumplido sistemáticamente todas las referencias fiscales que llevaba en su programa electoral pues se ha dedicado a subir todo tipos de impuestos, desde el IRPF al IVA pasando por los especiales, para enfado de los votantes que le otorgaron la mayoría absoluta con la que gobierna.
El fin último de la reforma fiscal, afirmó la vicepresidenta, es construir un sistema tributario que ayude al crecimiento, al desarrollo económico y que priorice los estímulos al crecimiento, la creación de empleo y la internacionalización de las empresas, así como el respeto a la unidad de mercado y a la neutralidad fiscal.
Sáenz de Santamaría indicó que, además de estos puntos, la reforma fiscal debe tener en cuenta un sistema tributario que favorezca, especialmente, a las familias, la igualdad de oportunidades en el caso de las mujeres y la mayor integración social de colectivos como discapacitados. También ayudar a fomentar el ahorro.
Fuentes de la oposición consideran que detrás de estas intenciones se esconde, a la vista de los criterios aplicados en la anterior reforma fiscal de Aznar, un intento de cargar la fiscalidad sobre los impuestos indirectos, IVA, Especiales etc, mientras se reducen los directos, el IRPF, básicamente. Ello permitiría al PP presentarse a las próximas elecciones generales con la posibilidad de ofrecer la promesa de Rajoy de bajar los impuestos.
La vicepresidenta señaló que el grupo de expertos tienen como "fecha tope" el mes de febrero de 2014 para presentar su propuesta y a partir de entonces comenzará la tarea del Gobierno, que aprobará una reforma "integral y completa".
"En resumen se pone en marcha una de las reformas estructurales, que busca completar la consolidación fiscal y usar el sistema tributario como una palanca de impulso del crecimiento económico y de la creación de empleo, que sirva para garantizar la equidad social y que aporte mayor simplificación de los tributos y de los procedimientos para pagarlos y una recaudación más justa y equitativa", reiteró.
Al igual que se ha hecho con la reforma de pensiones en la que el Gobierno se está escudando en los informes de expertos para adoptar decisiones muy poco populares, Sáenz de Santamaría resaltó el papel del grupo de expertos, "todos ellos profesionales económicos y tributarios de reconocido prestigio", en la futura reforma fiscal.
En concreto, el grupo estará formado por Sixto Álvarez, Maximino Carpio García, Francisco Castellano, Juan Francisco Corona, Fernando Fernández, Pedro Manuel Herrera, Rafael Ortiz y Pablo Hernández.
Interrogada acerca de si la reforma fiscal entrará en vigor en 2015, año electoral, Sáenz de Santamaría indicó que la emisión del informe de los expertos en febrero del próximo año "no condiciona ni anticipa" su entrada en vigor.
Sáenz de Santamaría comunicó los nombres de los expertos. Foto: Efe
El objetivo del Gobierno español pasa por simplificar
la tributación sin que caiga la recaudación
En fuentes de la oposición se cree que se quiere potenciar la fiscalidad indirecta para poder rebajar el IRPF