MADRID. El Gobierno de Mariano Rajoy volvió ayer a usar la única receta que parece conocer para disminuir el déficit y que se se basa en la subida de impuestos. En esta ocasión los afectados son, principalmente, las bebidas alcohólicas de alta graduación y el tabaco. Dos sectores que ya de por sí tienen más impuestos que el resto de productos pero que este nuevo aumento podría llevar, según estimaciones de la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE) a la destrucción de más de 35.000 empleos.
El Ejecutivo español ya descartó en la presentación que llevóa cabo el pasado abril del programa de estabilidad que fuera a subir el IVA pero sí dijo que aumentarían "ciertos impuestos especiales", según señaló el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristobal Montoro. Finalmente el tabaco, con un aumento de una media de 15 céntimos por cajetilla, y al alcohol, exceptuando el vino y la cerveza, han sido los perjudicados.
En este último caso, el hecho de que ciertas bebidas como el vino y la cerveza hallan quedado fuera de la crecida de su precio es criticado por la FEBE como algo "discriminatorio e injustificado". Además desde esta asociación, rechazan la medida "de forma frontal" ya que "perjudicará al turismo y destruirá 35.000 empleos" que provienen de la industria, la hostelería, la restauración y el ocio nocturno, según asegura la asociación.
Según la FEBE, los nuevos impuestos no conseguirán aumentar la recaudación y castigarán "de forma exclusiva" a una industria compuesta en un 80% por pequeñas y medianas empresas familiares, que acumula una caída del 40% en los últimos años.
Desde la Federación Española de Hostelería (FEHR) y Cerveceros de España también criticaron la subida de impuestos pero valoraron de forma positiva que no haya afectado a ciertos productos como el vino, la cerveza o la sidra ya que "son las bebidas más consumidas", aseguran. Además calificaron de "estratégico" el hecho de que el Gobierno haya decidido mantener el IVA en hostelería dentro del tipo reducido.
los estanqueros El tabaco vuelve a ser un sector que ve aumentar su gravamen. Una decisión que el presidente de la Unión de Estaqueros, Mario Espejo, califica de "espiral diabólica" porque con cada subida se empuja a una parte de la población con menor capacidad adquisitiva a acudir al mercado ilegal.
Espejo subrayó que, desde diciembre de 2010, los impuestos del tabaco se han subido en cinco ocasiones, una situación que, según aseguró, no saben "donde va a terminar". "El Gobierno quiere recaudar más, y sube los impuestos, pero cuando lo hace empuja a parte de la población con menos recursos económicos al mercado ilegal", insistió.
Destacó que, en cada subida anterior, han alertado del riesgo de un aumento del comercio ilícito de tabaco, que frente a los niveles del 0,2% de hace tres años ahora es de media del 12%. Según Espejo, esto no va a animar a que los consumidores dejen de fumar, uno de los argumentos alegados por el Gobierno para realizar este incremento, sino que se trasladan al mercado ilegal.