Vitoria. ELA y LAB dejaron claro ayer que no facilitarán una salida al marco laboral de la CAV similar a la pactada en el resto del Estado español el miércoles. Mientras otros agentes sociales e institucionales vascos pedían ayer a las dos grandes centrales abetzales colaboración para llegar a un acuerdo que evite que los convenios de sector desaparezcan el 7 de julio, uno y otro coincidían en que el acuerdo de Madrid favorece más a la patronal que a los trabajadores. ELA contraatacó además llamando al resto de sindicatos a llevar a cabo una huelga de una semana en el sector del metal de la CAV a escasos días para el 7 de julio. El guante va dirigido especialmente a LAB, sindicato que, pese a su disposición a negociar una salida a los convenios de sector firmados en Euskadi, coincide con su socio principal en que la vía para desatascar la negociación colectiva es la movilización y no un acuerdo "sin eficacia vinculante" como el que han firmado CEOE, CC.OO. y UGT, si bien no se pronunció sobre la posibilidad de convocar cinco días de huelga en el metal.

La puerta abierta en Euskadi a raíz del acuerdo firmado entre los agentes sociales españoles se cierra apenas un día después, puesto que CCOO y UGT no tienen mayoría suficiente en la CAV como para hacer valer su contenido en las mesas de negociación de los alrededor de cien convenios de sector que se negocian en Euskadi. Ayer, en el primer día del XI Congreso de UGT-Euskadi, el secretario general de la organización a nivel estatal, Cándido Méndez, explicó que el acuerdo con la CEOE es "un puente" que "luego hay que recorrer" al negociar cada uno de los convenios.

Ese puente al que hacía referencia Méndez supone en la práctica que los agentes sociales españoles han resuelto el gran problema de la negociación colectiva a corto plazo, que es el límite de un año de ultraactividad que fija la reforma laboral a los convenios caducados. Las dos partes conceden a los convenios que superen ese año una prórroga más larga -cuya duración dependerá de los propios negociadores, el acuerdo sellado esta semana no fija un periodo concreto- siempre que continúen las negociaciones. Así, cerca de 3,5 millones de asalariados del Estado podrán mantener sus condiciones después del 7 de julio. En ese grupo no estará la gran parte de los asalariados de la CAV. No estarán porque en Euskadi rige el marco propio, un entramado de convenios de empresa y sectoriales, fundamentalmente, si bien también hay algunos trabajadores que se rigen por convenios de ámbito estatal. La gran mayoría, unos 400.000, tiene sus condiciones aparejadas a los convenios de sector. De estos, unos 300.000 corren el riesgo de perder su referencia en julio, y otra parte podría perderla en diciembre. Y es que la salud del diálogo social en Euskadi es mucho peor que en el Estado. Las posturas de Confebask y de los sindicatos ELA y LAB, que entre ambos suman alrededor del 60% de la representatividad, están sumamente alejadas en torno a la aplicación o no de la reforma laboral, y básicamente en un punto muy concreto referente al papel que debe jugar un tercero -un árbitro- en caso de que una empresa quiera dejar de aplicar el convenio que corresponda. El Gobierno Vasco está ejerciendo de mediador con el objetivo de buscar una solución a estas discrepancias, y ha pedido a un grupo de expertos que traten de aportar soluciones. La solución más rápida, proponen, es firmar un acuerdo de ámbito interprofesional que asiente las bases para renovar todos los convenios. Sería una especie de molde pero en el que habría que resolver la cuestión central, que gira en torno al arbitraje. En vista de que el límite del 7 de julio se acerca sin tener ni siquiera dibujado dicho molde, los expertos proponen un acuerdo en la CAV similar al del Estado para al menos retrasar el vacío de julio unos meses, es decir, conceder más tiempo para negociar sin que los convenios pierdan valor.

Así lo pidió ayer el consejero de Empleo, Juan María Aburto, quien reconoció sentir "cierta envidia" al ver que las relaciones laborales en el resto del Estado avanzan mientras en la CAV siguen enquistadas. El consejero, que se está reuniendo con los agentes sociales por separado, pidió "altura de miras" a Confebask y a ELA y LAB para sacar adelante los convenios vascos. También CCOO y UGT de Euskadi reiteraron ayer su petición a los otros dos sindicatos vascos y a la patronal para abrir una mesa conjunta en la que se pueda resolver este asunto.

órdago en el metal Pero las centrales ELA y LAB, pese a sus diferentes estrategias sobre convenios, coinciden en que un acuerdo como el de Madrid "no resuelve" las claves del bloqueo de la negociación colectiva al recoger "meras recomendaciones". Y opinan que CCOO y UGT refuerzan así la postura de la patronal facilitando la aplicación de la reforma laboral.

Cabe destacar que ELA lanza además un órdago a Confebask proponiendo para la semana del 17 de junio una huelga de cinco días en el metal de la CAV, el sector que más trabajadores ocupa, dirigida a desbloquear los convenios de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. En este último territorio los metalúrgicos están llamados hoy a una jornada de huelga por parte de las cuatro grandes centrales. LAB, convertida en llave de cualquier acuerdo puesto que con CCOO y UGT integraría una mayoría, no se pronunció sobre la propuesta de ELA pero dejó claro que su apuesta es la movilización, con lo que aleja una solución pactada para los convenios vascos.