Cada año los gobiernos europeos pierden miles de millones de euros, - un billón según la Comisión Europea-, a cuenta de la evasión de impuestos y el fraude fiscal. Una sangría que Bruselas exige atajar mejorando el mecanismo de intercambio automático de información y haciendo que se aplique a todas las formas de ingresos sin excepciones desde 2015. Sobre esta posibilidad hablarán hoy los líderes de la UE en una cumbre extraordinaria convocada por el presidente de la UE, Herman Van Rompuy, para dar un nuevo "impulso político" pero de la que no saldrán decisiones con efectos inmediatos.
Aunque los 27 consiguieron cerrar la semana pasada, tras años de bloqueo, un acuerdo dando mandato a la Comisión para que negocie con Suiza, Andorra, Liechtenstein, Mónaco y San Marino un convenio de intercambio de información sobre ahorros bancarios, lo cierto es que Austria y Luxemburgo, los dos países con secreto bancario, siguen condicionando cualquier avance en materia de intercambio de información a un acuerdo con esos países. Por eso, la presión que ejercerán hoy el resto de socios será previsiblemente insuficiente. Aún así, el borrador de conclusiones urge a los 27 a cerrar un acuerdo antes de finales de año y avanza que la Comisión presentará en junio una propuesta para enmendar la directiva sobre cooperación administrativa de forma que "abarque a todas las clases de renta". El objetivo es que se aplique también a los dividendos, las ganancias de capital y otros ingresos desde 2015, fecha en que se aplicará a los rentas del trabajo, seguros de vida, pensiones y rendimientos inmobiliarios.
El nuevo calendario incluye además el compromiso político de que "a finales de junio a más tardar" se adoptarán las normas pendientes para combatir el fraude en materia de IVA; se acelerarán los trabajos contra la planificación fiscal agresiva y el traslado de beneficios que realizan numerosas multinacionales para esquivar el pago de impuestos; y se presentará antes del fina de 2013 una propuesta para revisar la normativa sobre sociedades matrices y filiales así como la revisión de la directiva sobre blanqueo de capitales.
La agenda europea también incluye un debate sobre energía y cómo abaratar la factura.