madrid. El expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa pasó ayer su primera noche en prisión y se convirtió en el primer responsable de una gran entidad financiera que va a la cárcel tras el estallido de la crisis por su gestión. Una decisión que tomó ayer el titular del juzgado de Instrucción número 9 de Madrid, Elpidio José Silva, ante el "innegable riesgo de fuga" de Blesa y que podrá evitar previo pago de una fianza de 2,5 millones de euros.
Silva, que investiga la concesión de un crédito fallido a Marsans de 26,6 millones de euros por parte de la caja de ahorros madrileña, tomó esta decisión en contra del criterio del fiscal y tras interrogar a Blesa por la compra del City National Bank of Florida. El juez considera que tras la compra del banco norteamericano hay "una pésima gestión bancaria" que provocó pérdidas de 500 millones de euros a Caja Madrid (embrión de la actual Bankia) en una operación en la que no se analizó de forma "mínimamente" solvente la viabilidad, el riesgo y el nicho del mercado.
El juez aceptó así finalmente la propuesta de la acusación popular, representada por el sindicato Manos Limpias, aunque redujo la cantidad de la fianza que estos últimos habían fijado en 3 millones de euros. Además Manos Limpias había pedido también que se ampliara su denuncia contra Blesa por el crédito a Marsans para que se investigara también la adquisición de este banco norteamericano. En el auto en el que el magistrado ha ordenado el ingreso en prisión de Blesa, Silva sostiene que existen "indicios racionales de responsabilidad criminal" de la actuación del expresidente de Caja Madrid, al que imputa un delito societario de administración desleal o bien de uno de apropiación indebida en concurso con otro de falsedad de documento público.
merma de valoración Caja Madrid, aún con Blesa en su presidencia, anunció en 2008 la compra del 83% del City National Bank of Florida por 927 millones de dólares (unos 618 millones de euros en aquel momento) y posteriormente se hizo con el 100% de la entidad aportando otros 190 millones de dólares (unos 127 millones de euros).
A juicio del magistrado, "no se entiende" por qué fraccionó el pago y, "menos aún, por qué en tan poco tiempo sufrió tal merma de valoración", ni tampoco por qué se compró "en momentos tales que, en realidad, resultan indiferentes tales cualidades de optimización bancaria".
"Es decir, por expresarlo muy gráficamente, en medio de una tempestad no existe barco que, a todas luces, tenga que aguantar; ni ante la presencia de un tsunami existe peor o mejor tumbona para pasar la tarde tomando el sol", concluye el auto. Por ello, ante una "conducta tan aberrante", cree que "resulta proporcionado acordar la medida cautelar", justifica el juez, ante el "innegable riesgo de fuga" y por la conexidad de la adquisición del banco con el crédito supuestamente irregular concedido al Grupo Marsans de Gerardo Díaz Ferrán mientras éste fue consejero. Tras pasar más de siete horas retenido en las dependencias de la Audiencia Nacional, Blesa ingresó a las 20.30 de la tarde en la prisión madrileña de Soto del Real. Desde ese mismo momento, su entorno se movilizó para tratar de buscar los 2,5 millones de euros de fianza que ha acordado el juez para eludir su permanencia en prisión.
Antes de entrar en prisión, Blesa defendió su inocencia y destacó que la adquisición del City National Bank de Florida fue viable como, según añadió Blesa, "demuestra el hecho de que, a día de hoy, el banco radicado en Florida genere beneficios por valor de varios millones de euros". El banquero destacó también que su responsabilidad en la adquisición no fue superior a la del resto de miembros del Consejo de Administración de Caja Madrid, formado por un total de 20 personas y que aprobaron la operación por unanimidad en 2008. "Yo no tenía voto de calidad", manifestó. Blesa indicó que la operación de compra se realizó sobre la base de un conocimiento a conciencia del mercado, formado a raíz de la apertura de una oficina de Caja Madrid en la zona de Miami.
La citación de ayer llegaba tras conocer el juez hace apenas una semana el informe de la consultora KPMG. El reciente análisis pericial concluía que los 26,6 millones de Miguel Blesa a Díaz Ferrán vinculados al grupo Marsans carecían de garantías legales, al igual que los 104 millones concedidos desde la entidad al empresario, sus entramado societario e hijos. Los peritos detectaron numerosas irregularidades por parte de la entidad y con Blesa como principal intermediario para la concesión de los créditos. Blesa y Díaz Ferrán están imputados por posibles delitos societarios y de falsedad documenta.