BILBAO. El Príncipe de Asturias ha inaugurado este miércoles en Muskiz (Bizkaia) la Unidad de Reducción de Fueloil (URF) de Petronor, un proyecto que, con más de 1.000 millones, ha supuesto la mayor inversión industrial de la historia de Euskadi y que garantiza la continuidad de la refinería.
El acto se ha desarrollado en las instalaciones de Petronor que este miércoles ha dado por inaugurada oficialmente su nueva planta, que lleva ya varios meses funcionado, después de que el Príncipe haya descubierto un placa conmemorativa.
La inauguración ha congregado a alrededor de 300 invitados que han participado en el acto presidido por el Príncipe Felipe y al que también ha asistido el ministro de Industria y Energía, José Manuel Soria, que han sido recibidos por las autoridades vascas, así como por los máximos responsables de Repsol (Antonio Brufau) y de Kutxabank (Mario Fernández), socios de Petronor.
Entre los asistentes, se encontraban el delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, la consejera de Medio Ambiente, Ana Oregi, y la consejera de Desarrollo Económico, Arantza Tapia, en representación del Ejecutivo autónomo, ya que el lehendakari, Iñigo Urkullu, no ha asistido al acto debido a que, según han apuntado fuentes del Ejecutivo autónomo a Europa Press, tenía un compromiso familiar fuera de Euskadi que no se podía celebrar en otras fechas.
Además, también han estado presentes los alcaldes de Bilbao, Muskiz y Zierbena, el portavoz de la Diputación vizcaína, Unai Rementeria, en ausencia del diputado general, la presidenta del BBB del PNV, Itxaso Atutxa, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, la presidenta del Parlamento vasco, Bakartxo Tejería, así como una amplia representación del ámbito empresarial, como el presidente de Confebask, Miguel Angel Lujua.
Esta nueva planta ha supuesto una inversión de 1.006 millones, la mayor inversión industrial de la historia del País Vasco. En concreto, 850 millones corresponden al desarrollo del proyecto y 156 millones a medidas medioambientales.
La ampliación de Petronor en Euskadi conlleva la creación de 100 puestos de trabajo y permite asegurar la continuidad de la refinería, que cuenta con una plantilla de 928 trabajadores y un empleo inducido de 6.200 personas. La filial de Respsol es, además, el principal contribuyente de la Hacienda Bizkaia y la aportación generada por su actividad fue en 2012 superior a 770 millones.
Con esta nueva planta, Petronor cuenta con una capacidad máxima de
procesamiento de 12 millones de toneladas de crudo al año, una de
las mayores de España. Además, le permite reducir a cero la producción de fueloil de la refinería y aumentar la de los productos más demandados por el mercado, como el propano, el butano, la gasolina y el gasoil. El producto final, coque de petroleo, se destinará a las cementeras como combustible.
Además de la Unidad de Reducción de Fueloil, el proyecto URF también contempla la Unidad de Cogeneración de Alta Eficiencia Energética, que permite a Petronor elevar su producción de electricidad a 100 megavatios por hora, equivalente al 3,9 por ciento de la producción de Euskadi. Gracias a ello, la refinería es autosuficiente en electricidad y le permitirá volcar a la red una media del 30 por ciento de su producción eléctrica y obtener unos ingresos anuales del orden del seis millones.
"CONTINUIDAD"
El presidente ejecutivo de Repsol, Antonio Brufau, que ha destacado que esta planta es el reflejo del "espíritu de una compañía global", ha afirmado que se evidencia que el grupo es tan "responsable" de crear valor "fuera" como de generar riqueza en el país.
Además, ha afirmado que, sin la apuesta por esta planta, la refinería habría "languidecido" hasta su extinción, por lo que cree que habría acabado "cerrando".
Asimismo, ha destacado que la refinería de Petronor se sitúa entre las primeras de Europa, no sólo por su capacidad de destilación y conversión, sino por la aplicación de "las últimas tecnologías en cuanto a sostenibilidad ambiental, seguridad y ahorro energético".
En concreto, el plan de Petronor contempla un ahorro de 99.000 toneladas de combustible al año y una reducción de más de 440.000 toneladas de CO2 anuales. Además, el proyecto URF permitirá sacar del mercado más de un millón y medio de toneladas de fueloil, con una reducción asociada de emisiones de SO2 en los puntos de consumo de 160.000 toneladas anuales.
Repsol ha destacado que, una vez finalizados los proyectos de ampliación de Cartagena y Petronor, cuenta con activos situados entre los "más avanzados del sector" y el área de Downstream de la compañía finaliza su ciclo inversor para pasar a ser un negocio "generador de caja".
Por su parte, el presidente de Petronor, Josu Jon Imaz, ha destacado en su discurso que existen dos formas de responder a los "retos y tiempos complejos". Según ha subrayado, una de ellas, "la más difícil", pero la "más efectiva a largo plazo" es la apuesta por el esfuerzo, la innovación y la competitividad, y, "en definitiva, por la inversión".
En este sentido, ha indicado que Repsol y Kutxabank podían haber adoptado "otros caminos", pero, "en tiempo de dificultades, cuando lo fácil era no invertir y esperar que escampase apostaron por la economía real", por la industria y por las personas".
Imaz ha manifestado que la nueva planta es una "actividad de futuro", lo que lleva aparejado "empleo, dinamismo económico, exportaciones y recaudación para las haciendas públicas". "Representa el futuro y la modernidad", ha añadido Imaz, quien ha agradecido a Repsol y Kutxabank haber apostado por la "economía real" y al Príncipe su asistencia.
Por su parte, el presidente de Kutxabank, Mario Fernández, ha recordado a los "visionarios" que en el pasado apostaron por construir la refinería y dar un paso hacia la "consolidación industrial" de Bizkaia. Asimismo, tras agradecer a Antonio Brufau que mantuviera el proyecto "contra viento y marea", ha destacado que esta planta debe ser motivo para "recuperar la confianza" en que esta crisis también "se va a superar".
Entre las autoridades, el ministro de Industria y Energía, José Manuel Soria, ha manifestado su "felicitación, reconocimiento y aliento" a Petronor ante este nuevo proyecto, que demuestra la "clara vocación de modernización" de la refinería, de la que ha destacado "su trayectoria y su saber hacer".
El ministro ha recordado la inversión de más de 1.000 millones en los últimos cinco años de Petronor basada no en coyunturas sino en una visión "de largo plazo".
Por todo ello, ha mostrado el apoyo del Gobierno a esta inversión, que contribuye al necesario objetivo de la reindustrialización, que llevará consigo profundas reformas, entre ellas la de avanzar a un modelo energético, "seguro, equilibrado y sostenible".
Por su parte, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, ha señalado que, tras cinco años de crecimientos negativos, el Ejecutivo trabaja en lograr un "punto de inflexión" que suponga el "inicio de la recuperación".
En este sentido, ha señalado que la inversión de Petronor "acerca hacia ese punto de inflexión" y es una "inyección de confianza", que es la "base" para la recuperación económica. "Necesitamos expectativas positivas y este compromiso de inversión de Petronor las está generando para Euskadi", ha añadido.
Asimismo, ha señalado que en el "nuevo tiempo" que vive Euskadi el Gobierno ha adquirido dos compromisos para este año, uno el recientemente presentado Plan de choque por el empleo, y el otro la elaboración de una estrategia económica de futuro, que presentará este mismo año y se basará en la industria, la inversión, la innovación y la internacionalización.