nicosia. El Gobierno de Chipre espera que las actuales restricciones a la retirada de capitales en el país se levanten por completo en un mes, según apuntó el ministro de Asuntos Exteriores chipriota, Ioannis Kasoulides, y no en una semana como estaba previsto en un principio. En estos momentos y después de que los bancos volvieran a abrir ayer entre largas colas, los chipriotas no pueden sacar del cajero más de 300 euros al día ni llevarse del país más de 3.000 euros en metálico.

El ministro de la isla mediterránea indicó ayer que las restricciones a la retirada de dinero se irán "levantando poco a poco". "Probablemente durante un periodo de aproximadamente un mes, según las estimaciones del Banco Central, se levantarán completamente", concretó el titular de Asuntos Exteriores chipriota. En un principio, el Gobierno de Chipre había indicado que los controles a los movimientos de capitales en la isla se mantendrían durante una semana, con posibilidad de revisar este plazo, posibilidad que ahora se traduce en un mes y que alarga las dificultades para los ciudadanos del país.

Los habitantes de la isla sólo pueden retirar un máximo de 300 euros al día. El uso de tarjetas de crédito es ilimitado dentro del país, pero se ha establecido un límite de 5.000 euros mensuales en el extranjero. Además, los chipriotas no pueden sacar más de 3.000 euros en efectivo cuando salgan al extranjero.

La Comisión Europea, en un comunicado emitido ayer jueves, respaldó los controles de capital impuestos por Chipre, aunque subrayó que no deben mantenerse "más tiempo del necesario" y que Bruselas vigilará "de cerca" la necesidad de "extender la validez o revisar" todas estas medidas.

colas en los bancos En el plano positivo, los bancos de Chipre abrieron ayer sus puertas tras dos semanas de corralito, forzado para evitar fugas de capitales mientras el Gobierno de Nicosia negociaba el rescate con la troika que conforman Unión Europea, FMI y BCE, rescate que ha conllevado una quita importante a los mayores depósitos bancarios del país.

Ayer las colas eran la imagen dominante en las sucursales de las entidades del país después de que los bancos hayan permanecido casi dos semanas cerrados y de que durante la noche camiones blindados y fuertemente custodiados por fuerzas de seguridad trasladaran dinero en efectivo a los principales bancos.

El dispositivo de seguridad se mantuvo durante todo el día. Cuando a mediodía de ayer abrieron las entidades, colas de docenas de ciudadanos se registraban a las puertas de las dos principales, el Bando de Chipre y el Laiki Bank. "Tengo una sensación de miedo y decepción por tener que guardar una fila como esta, siento como si estuviéramos en un país del tercer mundo, pero ¿qué podemos hacer?", declaraba Froso Kokikou, un pensionista de 64 años de edad que esperaba su turno en una fila de ciudadanos formada ante una oficina del Laiki Bank.

Por su parte, otro ciudadano chipriota, también pensionista y de 60 años de edad, Kostas Nikolaou, calificó de "muerte lenta" la incertidumbre de las últimas dos semanas. "¿Cómo nos pueden decir que no podemos acceder a nuestro propio dinero?", se preguntaba Nikolaou. No obstante, pese a las decenas de personas que esperaban en las puertas, la reapertura de los bancos se desarrolló con tranquilidad y sin que se registrara una gran retirada de depósitos.