La era del grafeno comienza en Euskadi
Graphenea y Spri impulsan la tecnología del futuro con el único productor europeo del material
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Donostia
La apuesta de Spri por impulsar la industria con alto contenido tecnológico tiene uno de sus hitos más destacados en el desarrollo empresarial del grafeno. Cristina Oyón, directora de Proyectos de la sociedad dependiente del Departamento de Industria, es un agente activo en esos procesos y no oculta su satisfacción por el papel destacado que está jugando Euskadi en un material de futuro.
Spri decidió crear una línea de trabajo sobre nanociencia en 2008, pero su actividad en este segmento industrial se remonta a varios años antes. "La apuesta del Departamento de Industria por los sectores intensivos en conocimiento, que incorporen tecnología y valor añadido, es una bandera histórica, pero la creación de nanobasque ha supuesto un hito", resalta Oyon. A través de Spri, el Gobierno Vasco impulsa la inversión en conocimiento, en una actividad silenciosa que ha encontrado este mes el altavoz del reconocimiento de Europa, al destacar el Ejecutivo comunitario un proyecto internacional de desarrollo de esta tecnología en el que participan una empresa vasca, Graphenea, y dos centros de investigación de la CAV.
El grafeno es una de las dos tecnologías que lideran el programa europeo Fet Flagship, que apoya las actividades productivas innovadoras y emergentes. Será el programa de mayor dotación económica de la historia de la UE, con un importe de mil millones de euros.
CIC Nanogune y CIC Energigune, promovidos por el Departamento de Industria a través de Spri, son los dos centros de investigación que actúan como polos de atracción de la actividad empresarial. Canalizan los esfuerzos de I+D en una actividad orientada a la transferencia del conocimiento a las empresas y facilitan el tránsito desde el plano teórico hacia el práctico. Nanogune impulsa las tecnologías vinculadas a la nanotecnología, mientras que Energigune apuesta, entre otras cuestiones, por el desarrollo de proyectos de almacenamiento de energía, uno de los principales usos del grafeno.
A pesar de ser un gran desconocido, este material tiene recorrido en prácticamente todos los sectores empresariales. En la actualidad, más de cien empresas, adscritas a 15 parcelas industriales, participan en actividades relacionadas con el grafeno y Spri trabaja constantemente en la localización de compañías que pueden beneficiarse de esta tecnología.
Para Oyón, Graphenea es un ejemplo muy claro de la búsqueda de nuevas oportunidades de negocio. "Es una pyme con una actividad muy intensiva en desarrollo de conocimiento, que explora una tecnología totalmente nueva y que está posicionándose en un lugar destacado en una industria de gran recorrido a nivel mundial", sostiene la responsable de proyectos de Spri. La próxima frontera es consolidar su posición europea y beneficiarse de los mil millones que se plantea invertir la Unión Europea en esta tecnología.
Graphenea, radicada en Donostia, es el único productor europeo de grafeno film, el de más alta calidad. Se trata de un material en fase de desarrollo, pero con un gran futuro. Dentro de unos años, las pantallas táctiles de los dispositivos electrónicos y de comunicaciones serán en su mayoría de grafeno, un material orgánico, menos contaminante y muy flexible. Será posible diseñar móviles o tablets que se doblan.
Graphenea ya está situada en esa nueva frontera a la espera de la señal de salida. Su director general, Jesús de la Fuente, proviene del sector de la consultoría empresarial y asesoró a compañías como Gamesa o Guascor desde Arthur Andersen. En 2008, cuatro años después del descubrimiento del grafeno, entró en contacto con esta tecnología y vio una oportunidad de negocio. Un año después ya estaba buscando financiación y reclutando un equipo científico base para lanzar la empresa. En esa fase, como hoy, fue clave el papel de Spri a través de CIC Nanogune. El centro tecnológico colaboró en el lanzamiento, sigue siendo accionista y además alquila el laboratorio a Graphenea. Una decena de personas trabajan en la empresa vasca, que cuenta con seis empleados full time y cuatro asesores científicos que trabajan desde Estados Unidos y Gran Bretaña. "Trabajamos con top internacionales en esta tecnología, científicos que son profesores en Harvard, en colaboración con un gran equipo en Donostia", subraya de la Fuente.
En el año 2010 ya estaba en fase de proyecto la línea piloto de fabricación y a finales de 2011 ya empezó la producción. El proyecto no hubiera sido posible sin el apoyo de Spri, porque para encontrar algo similar a las instalaciones de CIC Nanogune tendría que haberse instalado en Boston. La grafeno fabricado en Donostia tiene como destino empresas de electrónica, iluminación led o células solares. Trabajan codo con codo con los departamentos de investigación de Nokia, Phillips o Nissan, entre otros. Para ellos producen el material necesario para sus prototipos y para experimentación en una industria que busca a través de la ciencia nuevos horizontes.
Son volúmenes pequeños, que permiten una facturación máxima de tres millones de euros, pero la nueva estrategia, ya en fase de desarrollo, pasa por dar el salto a los usos industriales del material. Por ello, el objetivo es cerrar acuerdos a largo plazo con las empresas con las que colaboran a día de hoy, ser proveedores de las multinacionales que exploran los límites de la tecnología. Es una apuesta a largo plazo que tiene el horizonte de 2017 como meta.
La compañía vasca y dos centros de investigación impulsados por Spri participan en el principal proyecto comunitario
La Unión Europea destinará mil millones de euros los próximos diez años al desarrollo de la tecnología