vitoria. Los cuatro grandes sindicatos vascos han mostrado un rechazo frontal al incremento de jornada aprobado por el Gobierno en el sector público. Las 35 horas de trabajo semanales eran una línea roja para las centrales, que acusan al Ejecutivo de Urkullu de romper la negociación en la Función Pública al aprobar la subida de jornada por decreto. Pero, a pesar de las fuertes críticas, la huelga no se presenta como la primera opción, al menos por ahora. CCOO y UGT descartan llamar a los funcionarios a un paro, mientras que ELA y LAB hacen referencia solo a próximas movilizaciones, sin concretar si seguirán caminando de la mano en el sector público.

La relación entre ELA y LAB atraviesa un momento crítico y no tiene visos de mejorar, lo que dificulta de hecho la concreción de cualquier iniciativa conjunta. Fue a raíz de la llegada de Bildu a la Diputación de Gipuzkoa cuando ELA dio por finalizada la unidad de acción con LAB al considerar que el sindicato de Ainhoa Etxaide estaba subordinado a la coalición abertzale. Tras varios cruces de reproches, las cartas quedaron boca arriba definitivamente en la huelga convocada en el sector público el 31 de mayo del pasado año.

La mayoría sindical vasca decidió entonces llamar a los funcionarios a una huelga de un día para protestar contra las medidas de ajuste en el sector público, pero a última hora ELA decidió descolgarse obligando a su socio a reformular la convocatoria, que quedó en paros parciales. Aquella movilización, además de por un escaso seguimiento, estuvo marcada por la reprobación lanzada a ELA por Etxaide, quien abiertamente dijo no entender los motivos por los que el sindicato mayoritario había decidido echarse atrás.

No obstante, las dos organizaciones dejaron abierta la posibilidad de seguir actuando de la mano en el sector público y de hecho fuentes sindicales explicaban ayer a este periódico que no está descartada la convocatoria de movilizaciones conjuntas en respuesta a la aprobación el martes de una subida de jornada a los 68.000 funcionarios vascos. Pero las dificultades para concretar una convocatoria común son evidentes, y más aún tras la experiencia vivida por la dirección de LAB en mayo del año pasado.

Precisamente el martes delegados de ELA y LAB protestaron en Lehendakaritza por el decreto que incluye el aumento de jornada, pero lo hicieron por separado. Al margen del ámbito público, la falta de unidad ha quedado patente estos días en otras convocatorias como la huelga en la comarca navarra de Sakana o las manifestaciones en favor del empleo del próximo sábado, que LAB apoya pero ELA no.

Y el futuro se presenta lleno de obstáculos para que la relación se recupere. Por un lado, Ainhoa Etxaide aún no descarta participar en una mesa de diálogo social con el Gobierno vasco, algo que ELA rechaza de plano. Por otro lado, la negociación colectiva, un asunto en el que los dos sindicatos chocan frontalmente, está llamada a cobrar protagonismo los próximos meses. LAB está interesado en alcanzar un acuerdo con el resto de agentes sociales que permita sobrevivir a los convenios de sector, objetivo que no comparte ELA.

La semana que viene los sindicatos abertzales presentarán su calendario de protestas en el sector público, habrá que ver si juntos o por separado. De momento ambos hablan de movilizaciones, y aunque no descartan todavía llamar a los funcionarios a la huelga, no parece esa la opción más probable. Desde luego es difícil que se embarquen en un órdago de ese calibre por separado. De recuperar la alianza en el sector público, la huelga podría resultar un paso en falso teniendo en cuenta que en próximas fechas se irán conociendo los pormenores de los Presupuestos, cuyo proyecto de hecho el Gobierno Vasco tiene previsto aprobar, el próximo martes.

Por otro lado, el Ejecutivo de Mariano Rajoy planea aprobar este mes una nueva reforma de pensiones para limitar la jubilación parcial y anticipada, lo que también invita a las centrales a conservar fuerzas para más adelante.

CCOO y UGT se desmarcan CCOO de Euskadi, el segundo sindicato de la CAV con una amplia representación en sectores como la enseñanza, descarta reaccionar al incremento de jornada con una huelga de funcionarios. "En estos momentos no estamos pensando en huelgas", dijo ayer su secretario general, Unai Sordo, que añadió que "tenemos otros desafíos". En la misma línea, desde UGT aseguran que "ahora no se prevé una huelga en el sector público".

El consejero de Empleo y Políticas Sociales, Juan María Aburto, recordó ayer en Radio Euskadi que la subida de jornada se produce por la aplicación de una normativa básica y afirmó que una huelga "no sería justificable ni comprensible".

ELA y LAB se manifestaron por separado el pasado martes, cuando el Gobierno aprobó la subida de jornada en 22,5 horas anuales. Foto: a.larretxi

Delegados de ELA

y LAB se concentraron por separado el martes contra el incremento

de la jornada laboral

CCOO y UGT descartan llamar a la huelga a los empleados públicos, aunque convocarán nuevas movilizaciones