PARÍS. El plan de reducción de costes, que ha sido comunicado este martes al comité de empresa de la compañía en Europa, contempla la reducción de unos 900 empleos en labores administrativas y de gestión en 26 países del Viejo Continente para hacer frente a "la prolongada caída de la economía y de las tendencias de consumo que han provocado un significativo descenso de las ventas en la región".
"El proyecto hará énfasis en la movilidad interna y las bajas voluntarias", indicó la empresa, que explicó que su aplicación se llevará a cabo a lo largo de un periodo de dos años.
"En 2012 algunos de nuestros negocios en Europa se vieron bajo presión por el severo deterioro de la demanda de los consumidores, lo que supuso una caída de las ventas comparables del 3% y un descenso del 10% de nuestro beneficio operativo en la región", señaló el presidente y consejero delegado de Danone, Franck Riboud. "Claramente, esta situación es insostenible y la superaremos", sentenció.
El anuncio de la reestructuración de la compañía francesa coincidió con la presentación de las cuentas anuales de Danone, que obtuvo un beneficio neto atribuido de 1.672 millones de euros en 2012, en línea con los resultados del año anterior.
Por su parte, la cifra de negocio de la multinacional propietaria de marcas como Actimel o Evian alcanzó un récord de 20.869 millones de euros, un 8% más en valores absolutos y un 5,4% más en términos comparables. RECORD DE VENTAS.
No obstante, la facturación de Danone refleja un fuerte crecimiento de las ventas en Asia (+25,2%) y resto del mundo (+14%), mientras que en Europa apenas subieron un 0,3% en valores absolutos (-2,2% comparable).
"Nuestras ventas superaron los 20.000 millones por primera vez", destacó Riboud, quien atribuyó gran parte del mérito a las operaciones de la compañía fuera de Europa, donde Danone genera ya el 60% de su facturación. "Debemos hacer todos los esfuerzos en pos de una expansión duradera en estos mercados", añadió el presidente de Danone al referirse al peso de las operaciones fuera del Viejo Continente.
De este modo, la compañía francesa contempla 2013 como "un año de transición" en el que se impulsará el desarrollo del negocio en los mercados en crecimiento y se fortalecerán las operaciones europeas con el objetivo de restaurar un creciente fuerte y rentable en 2014.